A través de la Convocatoria-Subvención para la Conservación del Patrimonio Cultural Mueble 2021, la Embajada de Suiza en México, en conjunto con la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el Gobierno del Estado de Puebla, iniciará un proyecto de intervención de acervos arqueológicos de museos comunitarios poblanos, mediante el cual se restaurarán 50 piezas de cinco recintos y de la ceramoteca del Centro INAH Puebla, incluido el monolito el “Chapulín”, del parque municipal de Tlatlauquitepec.
Del total de piezas, 23 pertenecen a la Casa de Cultura Ayocuan Cuetzpaltzin, de Tecamachalco; tres, al Museo La Magnolia, de Chalchicomula de Sesma; cinco, a la Casa de la Cultura “Aurelia Izquierdo de Bravo”, de Coxcatlán; una, al Museo Regional Comunitario “Luciano Márquez Becerra”, de Zacatlán, y 17, a la Ceramoteca “Eduardo Noguera Auza”, del Centro INAH Puebla.
Lo anterior se anunció este 18 de mayo, en el marco del Día Internacional de los Museos, durante una reunión de trabajo celebrada en el Museo Regional de Puebla, entre el embajador de Suiza en México, Pietro Piffaretti; el secretario de Cultura del Estado de Puebla, Sergio Vergara Berdejo; el director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, y la directora de Patrimonio Cultural de Puebla, Daniela Calderón Porter.
La iniciativa, titulada “Proyecto de Conservación y Restauración de los Bienes Arqueológicos en Peligro de Pérdida Total o Afectación Parcial de las Colecciones de los Museos Comunitarios del Estado de Puebla”, fue gestionada ante la Embajada de Suiza en México por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura estatal, obteniendo los recursos mediante la “Convocatoria-Subvención para la Conservación del Patrimonio Cultural Mueble, 2021”.
Además de las piezas de la región de Tepexi el Viejo, se atenderán objetos de diversas culturas como la maya, teotihuacana y mixteca, pertenecientes a la ceramoteca del Centro INAH Puebla. A cada pieza se le elaborará una ficha de identificación, en la que se determina su clasificación acorde a su procedencia, materiales de elaboración, época, dimensiones y técnicas de manufactura.
Con todo lo anterior, se obtendrá un análisis de conservación, cuantificando los daños para una correcta propuesta de intervención. En general, las piezas a restaurar tienen desprendimientos, manchas, erosión, faltantes y presencia de materiales ajenos, por lo que el proceso consistirá en su limpieza superficial, eliminación de daños, restitución, reintegración volumétrica y cromática, así como aplicación de resanes, explicó en la reunión la restauradora responsable, Valeria Cervantes Luévano, de la Secretaría de Cultura de Puebla.
Las piezas arqueológicas serán tratadas bajo la supervisión de la restauradora Begoña Muerza Avendaño, adscrita al Centro INAH Puebla.