Este domingo a mediodía el secretario de Gobierno (SECGOB), Martí Batres Guadarrama, encabezó la inauguración de la Primera Feria de la Libertad, organizada por el Instituto de Reinserción Social y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) con el objetivo de otorgar experiencias integradoras y de fortalecimiento de vínculos para las personas preliberadas y liberadas del Sistema de Justicia Penal, junto con sus familias.
En las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos local, el funcionario reconoció esta iniciativa del Instituto de Reinserción Social de la SECGOB que contribuye al proceso de reincorporación social y a erradicar la discriminación de las personas ex privadas de la libertad.
“Lo que queremos con aquellas personas que hoy están ya en libertad es que se sientan, con toda la fuerza que cualquier otra persona, parte de esta sociedad y puedan ejercer todos sus derechos sociales, económicos, laborales, políticos, culturales”, manifestó el secretario de Gobierno en compañía del director general del Instituto de Reinserción Social, Arturo Morell, y del segundo visitador general de la CDHCM, Iván García Gárate.
Batres Guadarrama subrayó que, aún con las diversas cuestiones que se deben atender en cuanto a quiénes y por qué ingresan a los reclusorios, por lo general las personas que en algún momento estuvieron privadas de la libertad cumplieron con una sanción impuesta por el Estado y al salir la sociedad tiene la responsabilidad de integrarlas plenamente sin exclusión y sin discriminación.
Las personas “no deberían llevar un sello que diga que estuvieron privadas de su libertad; habría que revisar también si debería en muchos lugares preguntarse si tienen antecedentes penales, porque las personas que ya estuvieron privadas de su libertad y se encuentran ahora en libertad merecen estar con su familia, con un trabajo e integrarse a la vida social cotidiana”, consideró.
Durante la Primera Feria de la Libertad, cuya jornada inició a las 9:00 y concluyó a las 15:00 horas, personas preliberadas, liberadas y sus familias pudieron convivir mediante diversas actividades culturales y deportivas, así como talleres formativos y preventivos, eventos lúdicos para niñas, niños y adolescentes, además de tener acceso a servicios que otorgaron 20 instituciones locales, federales y