En días pasados, durante la gira de trabajo por Cuba, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió por parte de su homólogo en La Habana, Miguel Díaz-Canel, un revólver histórico que fue elaborado por instrucciones del líder revolucionario Francisco I. Madero y, a su vez, entregado al caudillo José Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa.
La pieza histórica se incorporó al acervo de la exposición temporal La Grandeza de México, en su sede del Museo Nacional de Antropología (MNA), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La colocación de la pistola antigua en la Sala Revolución de la muestra fue encabezada por la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, y por el director general del INAH, Diego Prieto Hernández.
En este marco, la encargada de la política cultural de nuestro país resaltó que se trata de “un gesto extraordinario de colaboración, amistad y hermandad de Cuba hacia México, con el deseo de que otros países tomen el ejemplo”. Externó su deseo para que otras naciones tengan la misma voluntad de devolver piezas históricas extraídas del país.
El Gobierno de México, subrayó Frausto Guerrero, como nunca antes, tiene entre sus prioridades la protección y conservación de la diversidad, la memoria y el patrimonio cultural del país.
Además, reconoció a los especialistas del INAH, adscritos al MNA y a la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones, quienes hicieron posible dar cumplimiento a la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, relativa a que todo el pueblo de México y los visitantes extranjeros del emblemático museo conozcan este objeto patrimonial repatriado.
El revólver, de 38 milímetros, fue fabricado en Éibar, España, hacia 1910, por la firma Irióndo y Guisasola. Sus materiales consisten en acero y oro, y está ataviado con figuras en color amarillo y detalles en azul, además de una “U” con doble corona real como inscripción.