Tras un destacado recorrido por museos europeos y ser admirada por más de 180 mil personas, la magna exhibición Aztecas llega a la ciudad de Seúl, en Corea del Sur, donde se presenta a partir de este 3 de mayo, en el Museo Nacional de Corea, en el marco de las celebraciones por 60 años de relaciones diplomáticas entre el país asiático y México.
La exposición, organizada por el Museo Linden de Stuttgart, Alemania, en cooperación con el Museo Etnográfico de Viena, Austria; con la curaduría de Doris Kurella, del Museo de Linden, y la asesoría científica de los arqueólogos mexicanos Leonardo López Luján, Raúl Barrera Rodríguez y Eduardo Matos Moctezuma, llega al continente asiático gracias a la colaboración entre sus organizadores y la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, por medio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El Museo Nacional de Corea es el recinto insignia de la historia y el arte coreano en ese país. El montaje presenta 123 objetos arqueológicos y dos reproducciones, pertenecientes a las colecciones del Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor y el Proyecto Templo Mayor.
La exhibición ofrece un acercamiento a la historia, la vida cotidiana, la ritualidad, los logros culturales y el legado del pueblo venido de la mítica ciudad de Aztlan, contribuyendo también a esclarecer muchos estereotipos que existen en torno a prácticas como el sacrificio humano en las sociedades mesoamericanas.
El recorrido parte con una introducción al tema y la presentación de las fuentes arqueológicas y documentales, para luego abordar -mediante apoyos tecnológicos como una proyección especial sobre una copia en 3D de la Piedra del Sol-, los mitos de creación y el calendario ritual del pueblo mexica.
Posteriormente, se analizan los fundamentos económicos de esta sociedad: sistemas de guerra, de conquista y de tributo. El siguiente módulo se enfoca en la capital del imperio: México-Tenochtitlan, y explica su traza y el simbolismo de su arquitectura.
Por último, Aztecas introduce al visitante al recinto sagrado de Tenochtitlán, núcleo vital del Imperio azteca. Esta sala es el punto culminante de la exhibición con excelentes piezas relacionadas a las ofrendas, al sacrificio y a la temática de vida y muerte. La muestra cierra con un audiovisual que presenta diferentes aspectos de la herencia actual de la cultura mexica.