Enfermedad que tiene como síntomas principales inflamación articular, en la piel y diversos órganos como el riñón, hematológico, pulmonar, entre otros.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) colabora con diversos centros de investigación nacional e internacional para el tratamiento de lupus, padecimiento que se caracteriza por una alteración en la respuesta inmunológica y en la que 90 por ciento de los casos son mujeres de entre 25 y 26 años.
Esta enfermedad crónica, que tiene como síntoma principal la inflamación de diferentes órganos, puede manifestarse con fatiga, alteraciones en la piel, en articulaciones, en vías urinarias, baja de plaquetas o en los niveles de hemoglobina.
Con motivo del Día Mundial del Lupus este 10 de mayo, la especialista adscrita al Departamento de Inmunología y Reumatología del INCMNSZ, Juanita Romero Díaz, explicó que se reconocen dos tipos de esta enfermedad: el lupus eritematoso sistémico, que causa inflamación en diferentes órganos y sistemas, y el lupus cutáneo, que afecta solo la piel.
Existe otra variedad que puede considerarse como lupus inducido por medicamentos, en el que ciertos fármacos generan manifestaciones o síntomas parecidos a esta enfermedad; sin embargo, el de mayor frecuencia en México es el eritematoso sistémico. A nivel mundial la prevalencia es de 70 a 100 casos por cada 100 mil personas.
Asimismo, la especialista estimó que, en el último año, previo a la pandemia por COVID-19, el instituto otorgó cerca de tres mil 500 consultas para atender pacientes con esta enfermedad.
Durante la emergencia sanitaria, la atención médica ha sido híbrida, de forma presencial y telefónica para el seguimiento de pacientes con lupus. Hasta esta fecha la cifra es de cerca de tres mil personas.
Al referir que esta enfermedad no tiene cura, Romero Díaz sostuvo que las y los pacientes que tienen controlado el padecimiento pueden tener calidad de vida igual a una persona sin lupus.
Estos pacientes, subrayó, deben mantener disciplina en su tratamiento, buenos hábitos de higiene y alimenticios para evitar infecciones, además de practicar actividad física y dormir bien.