Luego de 14 meses de trabajo en línea, los universitarios regresaron, de manera paulatina y ordenada, a las actividades presenciales. Poco a poco ocuparon aulas, laboratorios, oficinas y talleres. Fue un momento especial para los alumnos de los primeros semestres, quienes por primera vez pisaron los campi, y conocieron las instalaciones de sus escuelas y facultades, así como a sus compañeros y profesores.
En marzo la UNAM cumplió un año de trabajar desde casa. En el periodo se impartieron cientos de miles de clases a distancia y se realizaron más de 15 mil actividades académicas virtuales, instaló 14 Centros de Acceso PC Puma, además de que creó el campus virtual, que apoyó a 28 mil 300 docentes.
Debido a la pandemia, en mayo la Universidad Nacional efectuó el examen de ingreso a licenciatura de forma escalonada en 18 sedes de la Ciudad de México. En esta ocasión se registraron 186 mil 570 aspirantes. El examen se llevó a cabo del 8 al 23 de mayo. Un mes después se realizó el COMIPEMS en 21 sedes, donde se evaluó a 152 mil 970 aspirantes.
En mayo se anunció que diez días después de que las entidades federativas, alcaldías o municipios fueran declarados en semáforo epidemiológico color amarillo, podría presentarse a laborar el personal indispensable acordado con la delegación sindical para la adecuación, limpieza y desinfección de los espacios universitarios.
Ese mismo mes, la ENEO inició prácticas presenciales con el taller de Reanimación Cardiopulmonar y en el Laboratorio de Área Quirúrgica, luego de 14 meses de impartir clases académicas y actividades a distancia.
Deporte UNAM reactivó la presencia de atletas, practicantes de baile y danza deportiva, baloncesto, béisbol, canotaje, ciclismo, clavados, flag football, frontón, fútbol asociación, handball, lacrosse, diversos tipos de natación, polo acuático, rugby, tenis, tiro con arco, triatlón, volibol y yoga en espacios abiertos de la Universidad.
Se puso a disposición la aplicación “UNAM COVID-19” para reforzar el cuidado de su comunidad ante el gradual retorno a las actividades presenciales, pues permite monitorear los riesgos de infección y actuar a tiempo para evitar complicaciones ante la presencia del virus SARS-CoV-2.
En junio, con estrictas medidas sanitarias, la UNAM retomó parte de su quehacer cultural presencial luego de más de 400 días de mantener sin público sus principales recintos e inmuebles. El regreso se realizó de manera segura, paulatina y escalonada con la apertura del MUAC, la librería Julio Torri, Un paseo por los Libros y el Palacio de Minería.