Durante su participación en el Encuentro Internacional por las Causas de los Pueblos, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, aseguró que, gracias a la revolución pacífica que se llevó a cabo en 2018, el país actualmente vive una profunda Transformación mediante un cambio de régimen político, así como de modelo económico, pues ahora se tiene un Estado que pone por delante la justicia social.
“Estamos celebrando los tres años de una revolución alcanzada por el pueblo de México de manera pacífica, legal y por la vía democrática; una revolución que es herencia de una lucha histórica y en la que un hombre, que proponía la honestidad como bandera, ha demostrado ser un auténtico revolucionario: Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de la República”, declaró Delgado.
En este sentido, resaltó que ahora se tiene un presidente que pone primero a quien más lo necesita y un pais donde 25 millones de hogares reciben un apoyo a través de los programas sociales, mismos que ya son derechos constitucionales; un gobierno que ha hecho una inversión histórica en infraestructura, con una visión de desarrollo regional por medio de proyectos como el Tren Maya, que va a detonar el crecimiento económico del sureste del país; el corredor Transístmico, que va a cambiar la dinámica de comercio global entre Asia y Europa, y la Refinería Dos Bocas, para disminuir la dependencia de las gasolinas de los Estados Unidos.
“Durante muchos años el neoliberalismo nos vendió la idea de que el Estado era esencialmente corrupto. Nos dijeron que el Estado era como Medusa: todo lo que miraba se convertía en piedra, en una estatua de la corrupción, cuando en realidad, ese era un mito que encubría una política de saqueo para el beneficio de unos cuantos. Pero a tres años del arranque de la Cuarta Transformación podemos decir que estamos viviendo una redefinición del Estado y su papel, tanto en la economía, como en la sociedad”, sostuvo el líder morenista.
Asimismo, señaló que el neoliberalismo, con el pretexto de darle paso a la iniciativa privada, generó una red de complicidades que despojó al Estado de toda capacidad para ofrecer servicios básicos como educación, salud y seguridad, provocando que la corrupción se convirtiera en el gran cáncer del país, con un andamiaje institucional completamente sometido a intereses particulares.
De igual forma, comentó que, como parte de la Cuarta Transformación, México tiene una nueva fiscalidad, que si bien todavía no es capaz de plantear mayor progresividad fiscal, logra lo esencial, que es que se paguen los impuestos y ya no haya grandes condonaciones. Pues antes el presidente tenía la facultad, a nivel constitucional, de elegir quién cumplía con sus obligaciones fiscales y quién no, lo que generó
un vínculo perversa entre el poder político y el poder económico, mismo que hoy se está desarticulando, ya que se eliminó esa facultad del Ejecutivo y se convirtió en delito grave la defraudación fiscal.
“La separación que estamos viviendo del poder político y el poder económico sólo se puede comparar con la que hizo el presidente Benito Juárez hace más de 160 años de separar la Iglesia del Estado. Y esta nueva fiscalidad nos permite ahora tener equilibrios fiscales y que, al mismo tiempo, se puedan proveer servicios que en el neoliberalismo se pusieron en duda, como la salud, la educación o la seguridad”, finalizó Mario Delgado.