El suicidio en México ha crecido en los últimos años; en 2018, fallecieron 6 710 personas por lesiones autoinfligidas, cifra que representa una tasa de suicidio de 5.4 por cada 100 mil habitantes, mientras que entre niñas, niños y adolescentes, significa el cuarto lugar dentro del total de causas de muerte; hoy, situaciones como la pandemia por la COVID-19 conllevan el aumento de riesgos para la salud mental y el incremento en las muertes por suicidio, una realidad que si se detecta a tiempo y se atiende adecuadamente puede revertirse, advirtió la Diputada Elizabeth Mateos.
Ante el Congreso local, la legisladora solicitará un informe a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, de los trabajos institucionales e interinstitucionales que se realizan para dar atención a la salud mental de los habitantes de la CDMX, en el marco de las labores implementadas durante la pandemia por el SARS COV-2.
A través de un punto de acuerdo, la Coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres Demócratas, Mateos Hernández, expresó que, en 2018, del total de fallecimientos ocurridos en el país (705 149), 6 710 fueron por suicidio, lo que representa 5.4 por cada 100 mil habitantes.
Las muertes por lesiones autoinfligidas se concentran en el grupo de 30 a 59 años con 46%; le sigue el grupo de jóvenes de 18 a 29 años con 34%, y las niñas, niños y adolescentes de 10 a 17 años con10 por ciento. https://bit.ly/3ulZU9R
La legisladora explicó que los intentos suicidas o suicidio podrían mitigarse mediante la detección temprana, la evaluación y el tratamiento apropiados y a tiempo, por lo que llamó a la Secretaría de Salud local a rendir el informe de los trabajos realizados para atender la salud mental de las personas en el marco de las labores efectuadas durante la pandemia por el SARS COV-2, al tiempo de exhortar a realizar acciones para la detección oportuna de trastornos psicológicos, a fin de ser canalizados y se les brinde la atención adecuada.
En la pandemia del SARS COV-2 existen enfermedades que de manera silenciosa trastocan la vida de los individuos, sin verlas, sin rastros, sin diagnóstico y sin estudios fidedignos que refieran la gravedad de la situación, recordó la legisladora.
Elizabeth Mateos enunció que la angustia, ansiedad y depresión causada por el coronavirus afecta la salud mental de las personas, que, sumadas a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, sensaciones de pérdida, son factores clave en el incremento del riesgo de una persona a quitarse la vida.
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