Con la ayuda de los jóvenes, el confinamiento mucho lo compensaron con WhatsApp, videollamadas, sesiones virtuales y chats en redes sociales, explica Verónica Montes de Oca Zavala, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM y coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV).
Durante la pandemia establecieron estrategias selectivas con la tecnología para optimizar y compensar el aislamiento. Las nuevas herramientas digitales les facilitan mantener sus vínculos sociales y reconectar con sus amistades y familia, comenta en ocasión del Día Nacional de la Persona Adulta Mayor, a celebrarse el 28 de agosto.
Debido a la emergencia sanitaria, refiere, a las personas mayores se les brinda actitudes proteccionistas, excesivamente paternalistas y hasta punitivas por parte de sus propias familias, con el afán de protegerlas de la COVID-19, pues se valoró como el grupo más vulnerable. “Muchas familias comenzaron a sobreproteger a las y los mayores, a tal grado que se propició un aislamiento y un deterioro de las redes de apoyo social con las que contaban”.
De acuerdo con un estudio elaborado por la UNAM con la Universidad de Stirling, Escocia, y colegas del Instituto Metropolitano de Gerontología de Calcuta, India, la especialista reconoce que existe la brecha tecnológica generacional amplia, razón por la cual las personas mayores tienen poco acceso a la tecnología.
Sin embargo, con apoyo familiar lograron establecer contactos. “Pero fue un desafío, y muchos aprendieron tecnología y fortalecieron nuevos vínculos intergeneracionales con hijos y nietos”, muestra el estudio.