La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Museo del Templo Mayor (MTM), informan que los trabajos en el Recinto de los Guerreros Águila o Casa de las Águilas no se han detenido.
Actualmente laboran de forma conjunta especialistas de las coordinaciones nacionales de Obras y Proyectos, de Conservación del Patrimonio Cultural y de Arqueología, así como de la Dirección de Operación de Sitios, del Departamento de Restauración del MTM, del Proyecto Templo Mayor y de la empresa TGC (Geotecnia S.A. de C.V.) en la protección adecuada de los pisos, banquetas y murales polícromos, para realizar el retiro de la techumbre colapsada.
La jefa de Restauración del MTM, la restauradora Mariana Díaz de León Lastras, informó que “es muy importante realizar la protección de los vestigios de manera adecuada antes de cualquier manipulación para remover la cubierta colapsada en abril pasado. El diseño de dicha protección permitirá el monitoreo constante de los elementos arqueológicos”.
Cabe mencionar que desde del día del incidente, causado por la lluvia que el miércoles 28 de abril se produjo en la Ciudad de México, y que cargó grandes cantidades de granizo sobre dicha estructura, como lo instruyó la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, se ha trabajado en la conservación y cuidado de las estructuras; además, actualmente se labora en la nueva protección que permita la remoción de la techumbre y proteja los vestigios de cualquier posible incidente durante la maniobra.
La techumbre, de casi 60 toneladas, será removida por secciones debido a su gran peso, decisión tomada a partir de un estudio de cargas hecho por especialistas. También, es importante mencionar que se colocará un techo provisional mientras se realiza la conclusión del diseño y fabricación de la estructura definitiva.
A la par de los trabajos en la Casa de las Águilas, se ha recibo apoyo del Gobierno de la Ciudad de México para realizar acciones de reforzamiento de la cubierta que protege los vestigios de la Etapa II del Templo Mayor, dedicado a Tláloc y Huitzilopochtli, y que aún conserva restos de pintura mural y de escultura polícroma.