Nuevos fenómenos asociados al embarazo infantil y juvenil surgen en hogares, escuelas y centros de trabajo: Alejandro Encinas

El subsecretario de Derechos Humanos Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, afirmó que nuevos fenómenos asociados al embarazo infantil y juvenil, lamentablemente, surgen en un contexto de violencia que se incorporó a la vida cotidiana en hogares,   escuelas y   centros de trabajo.

En conferencia de prensa para presentar la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea),  el subsecretario enfatizó que es una prioridad  del Gobierno de México atender los derechos sexuales y reproductivos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pero, sobre todo, visibilizar los problemas de violencia sexual en las zonas rurales, en las que se incrementó el número de denuncias, lo que exige modificaciones legales en las comunidades con usos y costumbres.

Acompañado por la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez Ramírez,  sostuvo que nadie tiene derecho a decidir en los asuntos que competen a la vida privada de niñas y adolescentes, así como en su libre desarrollo de la personalidad.

Por su parte, la titular de Conapo mencionó que la adolescencia es una etapa para que las y los jóvenes descubran quienes son, definan sus metas de vida, recolecten experiencias sociales, deportivas, culturales, artísticas. Es una etapa para que participen en proyectos colectivos para mejorar su calidad de vida y entorno, no para cuidar de una o un hijo, enfatizó.

En ese sentido, explicó que las tasas de embarazo adolescentes son diversas a lo largo y ancho del país, varían en un rango que va de 48 a 100 nacimientos por cada mil. Coahuila, Chiapas y Nayarit presentan las cifras más altas en contraste con la Ciudad de México, Querétaro y Yucatán.

La respuesta del Gobierno de México para atender este problema es la Enapea, la cual es coordinada por la Secretaría General del Conapo en coordinación con Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

La estrategia tiene dos metas contundentes: reducir en 50 por ciento la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años y erradicar la maternidad en las niñas menores de 14 años.

Gabriela Rodríguez señaló que la apuesta es por un cambio de mentalidad que exige enfocarse en la autonomía de las niñas y adolescentes, en la promoción de los Derechos Sexuales y Reproductivos, en fortalecer relaciones saludables enfocadas en lograr una vida libre de violencia; promover masculinidades positivas en los niños y hombres adolescentes; prevenir prácticas sexuales de riesgo por consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas; la doble protección anticonceptiva (condón más hormonales y de barrera reversibles de duración prolongada) y la interrupción legal del embarazo en las causales que permiten las leyes.

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