Mediante el uso de Inteligencia Artificial investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN)
desarrollaron un sistema de reconocimiento y clasificación de tortugas marinas, única en su tipo,
que busca proporcionar un mejor control para el reconocimiento y la conservación de esta
especie, cuya caza y explotación la han colocado en una posición de alta vulnerabilidad.
El desarrollo de la herramienta digital estuvo a cargo de Jorge Luis Compean Aguirre, egresado
del Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología Digital (CITEDI), quien retomó la
experiencia de los investigadores, cuidadores y gente relacionada con los campos tortugueros,
quienes, por experiencia, conocen muchos rasgos biométricos, como el color, el tamaño, la forma
del caparazón y de sus escudos, las marcas faciales y las escamas de la cabeza, con lo que
conformó una base de datos con las diferentes especies que anidan en México.
Con la asesoría de los profesores Ciro Andrés Martínez García Moreno y Alejandro Álvaro
Ramírez Acosta, del CITEDI, Jorge Compean desarrolló un algoritmo de Inteligencia Artificial
para extraer características relacionadas directamente con la forma, la textura y el color, con la
finalidad de concatenarla a una imagen y entrenar a una red neuronal convolucional desarrollada
por él mismo, la cual funciona como las neuronas de la corteza visual primaria del cerebro.
El equipo politécnico, en el que también participó la doctora Mireya Saraí García Vázquez, del
CITEDI y el doctor Miguel Ángel Reyes López, del Centro de Biotecnología Genómica (CBG),
también elaboró otra base de datos con fotografías de 30 individuos, adquiridas en Colola,
Michoacán, de quienes se obtuvieron 15 fotografías de cada uno (cinco del lado izquierdo, cinco
del lado derecho y cinco con vista superior de la cabeza), para desarrollar un algoritmo de
reconocimiento y entrenar a otra red neuronal artificial.
De acuerdo a Compean Aguirre, el sistema desarrollado es capaz de identificar y clasificar
correctamente tanto al individuo, como a la especie a la que pertenece, con 96 por ciento de
exactitud, por lo que la siguiente etapa sería la implementación de estas arquitecturas y
algoritmos, en un dispositivo móvil, para utilizarlo en las playas que están destinadas para la
preservación y conservación de la especie.