África migra hacia Europa con un balón por delante. La composición multirracial de las selecciones de futbol del viejo continente, al integrar jugadores de origen africano, podría ser un avance contra la discriminación a nivel global, aseguró José Luis Gázquez Iglesias, del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM.
Al exponer algunos avances sobre su investigación, el también profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) aclaró que Europa ha disfrutado de los beneficios de la inmigración africana durante siglos, y el balompié es uno más.
El deporte mundial, incluso en el caso del continente europeo y del futbol, cada vez tiene mayor presencia de deportistas de origen migrante, en específico de las antiguas colonias europeas en África.
El universitario -quien realizó una estancia de investigación y de trabajo de campo en el Institut Fondamentale d’Afrique Noire de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, Senegal- aclaró que es un fenómeno el cual se reproduce en la mayoría de las naciones que tuvieron posesiones coloniales, por lo cual incorporan jugadores de sus antiguos dominios.
Definitivamente el hecho de que haya jugadores africanos nacionalizados europeos es positivo, pero no hay que olvidar que es solo una representación y tiene que ir más allá, “que se acompañe de una práctica inclusiva y no se mantenga únicamente en el ámbito representativo y vinculado al éxito deportivo”, acotó el especialista.
Es común, explicó Gázquez Iglesias, que cuando hay un torneo donde les va mal a las selecciones con jugadores africanos se acentúe el aspecto discursivo que considera a la migración como algo negativo; sin embargo, cuando hay éxito entonces se presenta al equipo como un ejemplo del modelo de integración.