Luego de una intensa investigación y años de búsqueda de los ingredientes, el artesano, ceramista y escultor yucateco Luis May Ku logró desarrollar un pigmento similar al milenario azul maya, con el objetivo de devolver a las nuevas generaciones las riquezas de sus antepasados.
May Ku, que reside en Cobá, Quintana Roo, explica que dicho pigmento destaca porque es que es muy duradero, resistente a la intemperie, los rayos UV, la humedad y las inclemencias del tiempo; se ha mantenido en casi perfecto estado durante más de mil años en murales de sitios como Chichén Itzá, Bonampak y otras zonas de la cultura maya.
Durante su estudio, May Ku se dio cuenta de que el famoso azul maya no se podía hallar en ningún lado y tras una intensa investigación, se percató de que científicos, arqueólogos, antropólogos y químicos habían intentado dar con la fórmula para crear dicho pigmento, pero no habían tenido éxito.
“Esto ocurrió en 2016 aproximadamente, cuando comencé a hacer mi propia investigación, leí los trabajos de estos especialistas, que han aportado conocimiento con respecto a este pigmento y me fui a hacer entrevistas de pueblo en pueblo, con los abuelos mayas de la región, para hablarles de la planta que en maya tiene el nombre de ch’oj, que por mis lecturas sabía que era uno de los elementos para crear este color”, relata.
Tras el hallazgo, y con la ayuda de los habitantes de la aldea maya Xunáan Kab, así como con el apoyo de sus colaboradores y otros artesanos locales, May Ku pasó meses cosechando la planta, al mismo tiempo que comenzaba con la búsqueda del segundo elemento esencial para crear el pigmento: la paligorskita, un tipo de arcilla proveniente de minas situadas en el norte de la península de Yucatán, en la región de Ticul.
Fue hasta finales del 2019, que Luis May Ku logró dar con la fórmula exacta para crear un pigmento tan similar en el color y consistencia como el azul maya original. “Publiqué mi hallazgo en Facebook y se volvió viral; rápidamente comencé a recibir mensajes de especialistas, investigadores y demás que solicitaron la tinta para hacer pruebas comparativas con las de los ancestros”, dijo.
Entonces, decidió patentar su fórmula ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para poder compartir y comercializar el pigmento, el cual nombró Azul Maya Ch’oj.
Para conocer más sobre la trayectoria y el trabajo del escultor, ceramista y artesano Luis May Ku, así como el uso que se le ha dado hasta ahora al pigmento azul maya, se puede visitar su perfil de Facebook en https://www.facebook.com/yunkashh.