En el marco del Día Mundial de los Sobrevivientes de Cáncer, que se celebra el 4 de junio, la Jefa del Servicio de Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, Farina Arreguín González, detalló que este archivo es un innovador esquema que incluye la historia clínica, los tratamientos empleados, las secuelas, intervenciones brindadas por los diferentes especialistas y recomendaciones para su seguimiento.
La responsable de la Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil explicó que algunos pacientes graduados de esta unidad, por su edad, dejan de ser derechohabientes, por lo que este expediente les es útil para futuros tratamientos médicos.
Indicó que hasta el momento, en esta clínica se atienden a 220 pacientes de todo el país, de los cuales en 2019, se graduaron 12 y egresaron 20 más durante la pandemia; todos recibieron una medalla en reconocimiento al valor de haber superado el cáncer infantil.
Al destacar que el reto, después de vencer el cáncer infantil, es lograr la rehabilitación y reintegración digna a la sociedad de los pacientes, Arreguín González dijo que la Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil cuenta con un grupo multidisciplinario de expertos en 20 especialidades y subespecialidades médicas, quienes brindan una atención integral.
Las especialidades de mayor interconsulta que colaboran en limitar los efectos colaterales de padecimientos oncológicos en infantes y adolescentes son: endocrinología, cardiología, neuropsicología, neurología, audiología, nefrología, medicina de la reproducción, neumología y nutrición.
En la unidad médica los pacientes reciben diagnóstico y tratamiento oportuno de secuelas propias de la enfermedad y de las terapias que ameritaron para su curación, como amputaciones quirúrgicas y tiempo de exposición a radioterapia y quimioterapia.
Puntualizó que la Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil es líder en Latinoamérica por su amplitud, experiencia, desarrollo y con cinco años de evolución, provee a las y los supervivientes herramientas para su reintegración digna y saludable a la sociedad.
“Al tratar las complicaciones inherentes al tratamiento, el paciente tiene menor comorbilidad y mayor posibilidad de retomar su vida escolar y/o laboral después de vencer la enfermedad, además de que se ha detectado un gran número de secuelas neuropsicológicas por lo que la reintegración a la vida escolar es un objetivo primordial en nuestra Clínica, especialmente evitar y prevenir el bullying y lograr supervivientes de cáncer funcionales psicosocialmente y económicamente activos”, comentó.
Los daños colaterales secundarios a tratamiento de cáncer pediátrico son, principalmente, metabólicas, endocrinológicas, ortopédicas, oftalmológicas, de conducta y aprendizaje.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incidencia en población pediátrica oscila entre 50 y 200 personas por millón en todo el mundo. En México, el cáncer infantil es la principal causa de muerte por enfermedad en el grupo de uno a 19 años.