La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que organismos públicos, centros de investigación y unidades académicas que desarrollan ciencia colaborativa con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) realizan una investigación conjunta, cuyos avances confirman que con prácticas agrícolas sustentables se puede aumentar la materia orgánica del suelo, mejorar su estructura e incrementar 0.85 toneladas por hectárea el rendimiento de maíz de manera general.
Científicos de los institutos Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), del Tecnológico de Roque y del Tecnológico de Comitán, la Universidad Autónoma Chapingo y 12 instituciones y organizaciones desarrollaron este estudio en 20 plataformas de investigación (de MasAgro-Cultivos para México y MasAgro Guanajuato) en todo el país, que aportan evidencia de cómo la agricultura de conservación es una importante herramienta para la salud de los suelos y el aumento de los rendimientos de forma sustentable.
Este nuevo estudio se lleva a cabo en Campeche, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, en un contexto generalizado de suelos degradados que afectan la productividad en gran parte del territorio nacional, informó el CIMMYT.
Explicó que los resultados no son iguales para todas las zonas agroecológicas del país, pero pueden ser un marco común para la agricultura nacional, por lo deben continuar las investigaciones y complementarlas con otros sistemas integrados para brindar soluciones adecuadas para cada productor en su propio contexto.
El estudio señala también que existen otros efectos benéficos de la agricultura de conservación en la calidad del suelo, pero precisa que los resultados varían dependiendo del sistema de producción, el clima y el tipo de suelo, entre otros.
Destacaron que esto demuestra el valor de la red de plataformas que el CIMMYT impulsa con iniciativas como Cultivos para México, con el liderazgo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que permite hacer estudios a nivel nacional y reafirma que es necesario hacer investigación bajo las condiciones locales para generar buenas recomendaciones para los productores.
El CIMMYT señaló que si bien a la fecha existen diversos estudios sobre suelos y la agricultura de conservación, aún falta información acerca de los efectos de este sistema de labranza sobre la salud del suelo en diversas condiciones agroecológicas en México.
El estudio -cuyo artículo ha sido incluido en el acervo de la plataforma Wiley Online Library- es relevante por el número de instituciones que colaboran y por la diversidad de agroecologías que aborda, que van desde sistemas tradicionales de temporal sembrados a mano hasta los intensivos con riego, anotó.