La Autoridad Investigadora de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) emitió el Dictamen Preliminar del expediente IEBC-005-2018, mismo que se publicó hoy en el Diario Oficial de la Federación, donde se establece que no existen condiciones de competencia en la red de pagos con tarjeta en México, debido a la probable existencia de barreras a la competencia que generan costos y requisitos anticompetitivos a la entrada de nuevos participantes en este mercado.
La Comisión informó que los sistemas de pagos con tarjeta permiten la transferencia de dinero entre tarjetahabientes y comercios para la compra de bienes y servicios; estos dos grupos requieren conectarse a una red de pagos con tarjeta en la que se procese la transacción, por lo que, dijo, el comprador necesita una tarjeta proporcionada por un banco emisor que le permita disponer de recursos, y a su vez, el comercio necesita un banco que le dé acceso a la red y a la tecnología para aceptar las tarjetas como una forma de pago.
Destacó que en dicha red participan bancos que emiten las tarjetas, los titulares de marca de la tarjeta (por ejemplo, Visa y MasterCard) y las cámaras de compensación que procesan la transacción, los cuales en el caso de México son E-Global y Prosa.
En el documento emitido por esta Comisión, enfatizó que al evaluar las condiciones de competencia, los principales hallazgos de la Autoridad Investigadora fueron la existencia de una sola red de pagos con tarjeta que aplica reglas que imposibilitan la coexistencia de otras redes de pago con más beneficios como menores cuotas, entre otros.
Así también la existencia de requisitos anticompetitivos que incrementan los costos de entrada de nuevos participantes en la red de pagos existente o en una nueva, además de que ocho bancos son copropietarios de las cámaras de compensación encargadas de procesar las operaciones en la red de pagos.
Sumado a lo anterior, la COFECE identificó que a diferencia de otros países, la obligación de garantizar la liquidez diaria de las transacciones recae en los titulares de marca y no en las cámaras de compensación, lo que genera riesgos a la seguridad de la red de pagos.
Por los resultados anteriores y conforme al Dictamen Preliminar se generaron efectos como la falta de seguridad, tecnología e innovación, lo que provoca frecuentes interrupciones en la red de pagos; obstáculos regulatorios para nuevas cámaras de compensación con diferente red de pagos; la generación de sobreprecios en las transacciones realizadas en estas redes; así como acceso a información de otros participantes que tienen distintos bancos por el sentido de copropiedad.
Para eliminar estas barreras, el dictamen preliminar propone desincorporar el 51% de las acciones de las cámaras de compensación (E-Global y Prosa), hoy propiedad de algunos bancos, además de recomendar al Banco de México y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que eliminen los obstáculos regulatorios detectados, y a la vez emitan regulación que asegure la competencia.
De confirmarse dicho dictamen, la Comisión informó que se esperarían beneficios para todos los participantes en la red de pagos, los nuevos entrantes y usuarios del sistema, lo que contribuiría a una mayor bancarización, inclusión financiera y formalidad en la economía.