Con el propósito de continuar ofreciendo estadísticas de las actividades agrícolas y ganaderas del país, el INEGI y la SADER dan a conocer los resultados de la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) 2019, a fin de conocer qué, cómo y cuánto se produce en el campo mexicano.
Entre los resultados que arrojaron las estadísticas, destaca el uso de fertilizantes químicos sobre el uso de abonos naturales, ya que, en 2019, el 67.4% de las unidades de producción dijeron utilizar los primeros, mientras que el 24.4% emplea los abonos naturales. El 60.2% utiliza coa o azadón, mientras que sólo el 29.2% emplea sembradoras.
Además, el destino de los productos agrícolas, donde el 47% de las unidades de producción agrícola que producen granos (maíz, trigo, frijol, arroz y sorgo) venden toda o parte de su producción, lo que representa 87.4% del volumen total de la misma. Así como el 53.1% de las unidades de producción de granos comercializan con intermediarios, 25.1% directamente con el consumidor y el resto con otros destinatarios. Posteriormente, el autoconsumo de granos, 27.5% de las unidades dedican su producción para consumo de ganado, 75.4% para consumo familiar y 58% a la obtención de semilla para siembra.
Por lo que corresponde a la información por estratos de superficie sembrada, las unidades de producción de hasta cinco hectáreas participan con 44.8% de la superficie cultivada con maíz blanco; con 32.4% de de maíz amarillo y con 30.7% de la destinada a la siembra de caña de azúcar. En la superficie sembrada de arroz y de trigo grano, dichas unidades tienen menor participación, respecto a la superficie sembrada total, con el 8.6% y el 2.4%, respectivamente.
Así mismo, arrojaron resultados acerca de la producción de distintos granos; la producción de maíz grano se da en mayor proporción en las unidades con superficie sembrada mayor a cinco hectáreas que en las más pequeñas; la producción de trigo se da en unidades de más de cinco hectáreas sembradas; el frijol de riego, las unidades mayores a cinco hectáreas participan con el 88.5% de la superficie sembrada.
También se mencionó la tecnología aplicada a bovinos, la cual tiene por objetivo mejorar la calidad de producción de cárnicos, mismas donde aplican vacunas las cuales fueron utilizadas por el 74.8% de las unidades de producción, así como la desparasitación interna; el baño contra parásitos de la piel por 64.6%, y el uso de alimento balanceado es por el 35.1% de las unidades.
Del total de personas que contribuyen en el desarrollo de las actividades agropecuarias, 12.4% son el propio productor, 25.4% corresponde a mano de obra no remunerada, 57.1% corresponde a la mano de obra remunerada, y 5.1% corresponde a la mano de obra dependiente de otra razón social.
Este estudio arrojó uno de los principales problemas en el sector, el cual fue el alto costo de insumos y servicios como combustible, energía eléctrica, fertilizantes, mano de obra, así como la dificultad para la comercialización debido a precios bajos.
Esta cuarta edición de la ENA da continuidad a los ejercicios de 2012, 2014 y 2017 y para su desarrollo, el INEGI contó con el apoyo de recursos por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), toda vez que la Encuesta ofrece información vinculada con los programas prioritarios de esta dependencia.
Para conocer más acerca del ENA y sus resultados se puede consultar la página www.inegi.org.mx.