Vanessa Duarte | Acustik Noticias
Con 94 votos, Ana Margarita Ríos-Farjat, reunió la mayoría calificada para ocupar el cargo de Ministra de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN).
Ana Laura Magaloni obtuvo 25 votos, y Diana Álvarez Maury sólo logró un voto a favor. De las 122 cédulas de votación que se contabilizaron en la urna de cristal, hubo cero abstenciones y dos votos nulos.
Antes de la votación, los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) pidieron que se abriera el tablero para saber cuántos senadores estaban presentes y con base en ello, determinar si estaban las dos terceras partes necesarias para nombrar a la ministra de la SCJN y evitar que se repitiera un caso similar, como se dio con la votación de la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pero la presidenta de la Mesa Directiva Mónica Fernández rechazó la propuesta.
Previo a la votación, en su exposición ante el Pleno del Senado, la recién nombrada ministra aseguró que trabajará en la Corte a favor de los asuntos asociados a la educación, cultura, medio ambiente, comunidades indígenas, fiscalización del gasto y dará una revaloración de los derechos laborales.
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Si es congruente la trayectoria, sigue una etapa prometedora para la sociedad en cuanto a la expansión de sus derechos colectivos y esto me llena de ilusión como abogada y como mexicana. Pero esa tendencia requiere necesariamente de otra visión, porque no es posible abrir el horizonte a nuevas formas, aplicando estándares de interpretación y revisión judicial que funcionan o habían funcionado para formatos individualistas”.
Ana Laura Magaloni, su más fuerte contendiente en la terna, logró los aplausos de los senadores presentes por su discurso y experiencia como jurista. Sin embargo, la oposición prefirió votar por la candidata más cercana al presidente de la república. De las tres candidatas, la académica de CIDE, era la que no tenía vínculos con la actual administración.
Si la fuerza de la justicia depende centralmente de que nos convenzan sus argumentos y sus razones nuestra Suprema Corte tiene grandes asignaturas pendientes: las sentencias extensas plagadas de tecnicismos y transcripciones, utilización de un lenguaje inasequible para quien no sea un abogado, la ausencia recurrente a cualquier referencia al contexto social o político en el que está inserto el conflicto, todo ello le resta fuerza a la tarea pacificadora que se le ha encomendado al máximo Tribunal. De llegar a ser Ministra de la Suprema Corte, me comprometo a subsanar estas deficiencias. Sentencias cortas, puntuales, comprensibles, pero sentencias, sobre todo, que concilien el derecho con la justicia”.
Diana Álvarez Maury, la aspirante con un solo voto, repitió casi al pie de la letra el discurso que dio un día previo ante la Comisión de Justicia.
Al finalizar las exposiciones y la votación por cédula, la presidenta de la Cámara Alta le tomó protesta a Ríos-Farjat, quien es jefa con licencia del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la actual administración. Estudió derecho en la Universidad Autónoma de Nuevo León y en la misma institución, recibió su maestría en Derecho Fiscal. Trabajó por tres años del Poder Judicial de la Federación.
Imagen: Video Reporteros Acustik