David Salcedo | Acustik Noticias
En México uno de cada cinco pescados que se comen contiene plástico; por cada dos horas de limpieza en las playas, se recolectan 9 mil colillas de cigarro; y desde 2015, el sargazo llega con más abundancia al Caribe mexicano. Estos tres problemas, lejos de desaparecer, se agudizan cada año.
Anualmente, más de 13 millones de toneladas de plástico van a dar a los océanos del país, dañando a más de 700 especies marinas, por ejemplo algunos peces comestibles tienen microplástico en su interior, de acuerdo con un estudio hecho por Green Peace, la UNAM, la Universidad Veracruzana y el Centro para la Diversidad Biológica.
Los restos de plástico fueron encontrados en los estómagos de al menos 20 por ciento de peces comerciales en los golfos de California, de México y en el Mar Caribe. Esta última zona se caracteriza por ser una de las mayores zonas turísticas del país.
Solamente en Quitana Roo, el 35 por ciento de la población en edad laboral atiende a casi 20 millones de turistas al año. Este turismo se encuentra directamente relacionado con la venta de alimentos marinos y genera más de 10 mil millones de pesos anuales.
La consultora de la organización internacional Healthy Reefs for Healthy People, Marisol Rueda Flores, explicó que ‘se estima que en el 2050 habrá más plástico en el mar que peces… Y el 2050 no está muy lejos’.
En México solamente se recicla el 12 por ciento de los plásticos. Una persona genera entre 200 y 800 gramos de plástico al día, la mayoría es para fabricar bolsas de plástico y la ONU ha catalogado al Mar Caribe, donde Quintana Roo es parte como el segundo mar más contaminado”.
El año pasado esa misma organización inició la campaña Desplastifícate, la cual busca que los locales sean conscientes sobre los daños que provoca el plástico y que brinden alternativas de uso.
Hoy en día es parte de una campaña que comenzó previo al cambio de la ley de residuos sólidos que tenemos en Quintana Roo, esta ley ya prohíbe los plásticos de un solo uso. Ya está publicada, hoy en día la Secretaría con otros sectores está trabajando en esta ley”.
¡Aguas con los cigarros!
El problema de los plásticos es solo otro eslabón de la cadena de consecuencias de los desechos en las playas y mares del país.
En julio de este año, la ambientalista Karla Mungia realizó la campaña Montaña de la Vergüenza, en la cual, junto con varios pobladores, reunió colillas de cigarro durante casi dos años.
En un año 8 meses hemos levantado 225 mil 149 colillas de cigarro y bueno, en la suma hicimos 32 limpiezas en total, mis comunitarios evitaron que 11 millones 257 mil 450 litros de agua dulce y 2 millones 41 mil 192 litros de agua salada fueran contaminadas por este tóxico”.
Un análisis de Healthy Reefs estimó que en esa actividad se recolectaron cada dos horas de limpieza de las playas de Quintana Roo, 9 mil colillas de cigarro, y cada una de estas contamina 50 litros de agua dulce y 8 de agua salada.
El grupo Ocean Conservancy publicó en 2018 un estudio internacional donde recogieron 65.3 millones de kilos de basura a lo largo de 468 mil 319 kilómetros de costa de 152 países. En ese informe detallaron que el 32 por ciento de la basura recolectada son las colillas de cigarros.
Manchas en el mar: sargazo
‘El sargazo ha llegado siempre en cantidades normales. Pero hoy en día hemos visto unas erosiones de sargazo bastante mayores, desde 2015 se vio un incremento preocupante, ahí se vio la primera y ha ido en aumento cada año. En ese sentido, tenemos un manejo inadecuado del sargazo en nuestras playas’, explicó Marisol Rueda Flores.
El sargazo es un alga marina parda que se forma por el exceso de proteínas en el agua, habita en los océanos y proporciona alimento a varias especies como camarones, tortugas, peces o cangrejos; se distingue porque en la última mitad de década ha formado manchas en el océano de hasta 150 metros lineales.
El conjunto de todo lo que habita en el sargazo detiene la oxigenación del agua, tornando su color a marrón en vez del turquesa característico de las playas del Caribe y generando gases que huelen mal al entrar en descomposición, con todo lo que atrapa y habita en las manchas de sargazo.
En México es un problema porque es un indicador de la creciente contaminación, su presencia en el mar atrapa los plásticos, las colillas de cigarro y propiedades de desechos líquidos, formando ecosistemas tóxicos para las especies marinas que se alimentan de esta alga.
El sargazo llega al Caribe mexicano a través de las corrientes de la Amazonia, en Brasil; por partículas que llegan desde el desierto del Sahara y su proliferación, no solamente en los mares nacionales, se hace cada vez más creciente como consecuencia del calentamiento global.
Se han hecho ciertas soluciones como libretas de papel de sargazo, construir ladrillos para viviendas de sargazo, suelas para zapatos. Yo las llamo soluciones parciales porque aun falta mucha investigación, ya que el sargazo tiene muchos componentes que podrán ser tóxicos, como algunos metales pesado”.
La consultora de Healthy Reefs también mencionó que el sargazo ‘cuando se descompone, produce gases como el acido sulfhídrico o el metano, y eso hay que evaluarlo para seguir produciendo otros materiales y aprovechar que ahora podría ser un recurso’.
Además de las complicaciones ambientales, la presencia de esta alga es un problema para el turismo del Caribe. La mañana del 20 de octubre, Alex Zozaya, presidente ejecutivo de Apple Leisure Group, un conglomerado estadounidense de viajes y hospitalidad con presencia en Cancún, expresó su preocupación ya que esta planta podría espantar al turismo.
El tema del sargazo es muy serio, aunque algunos lo minimicen. Además, es un tema que todavía no ha terminado. Hay que ponerle atención”.
Aunque la Red de Monitoreo del Sargazo publicó que la presencia del alga se ha disminuido en días recientes, las corrientes marinas, y su cambio como consecuencia del daño al medio ambiente, siguen arrastrando esta planta a todo el Caribe.
Imágenes: Reporteros Acustik