Erick Padrón | Acustik Noticias
Este lunes el país nipón regresó formalmente a las actividades de caza de ballenas con fines comerciales.
Hace 30 años esta actividad había sido suspendida, aunque muchas personas denunciaron en este lapso que esto se seguía llevando acabo de manera ilegal o encubierto por el mismo país que en algunas ocasiones llegó a declarar que de vez en cuando se realizaba la caza de los cetáceos, pero con fines de investigación, misma práctica que fue frenada por la ONU al comprobarse que la caza no solo se llevaba con fines científicos.
La reanudación de la caza de ballenas tuvo lugar en el puerto de Shimonoseki en donde desde muy temprano se dieron cita autoridades y pobladores locales quienes realizaron una ceremonia para desear suerte a los pescadores que salieron a altamar en dos barcos balleneros y un buque factoría.
En Kushiro también hubo actividad por parte de los pescadores y ahí fue donde se tuvo al primer cetáceo cazado en poco más de tres décadas en el país nipón, este tenía una longitud de siete metros.
La caza de ballenas ha sido una tradición japonesa de años por lo que diversas autoridades han usado esto como principal argumento.
Japón era parte de la Comisión Ballenera Internacional y respetaba los acuerdos dictados por esta comisión por lo que oficialmente ya no se daba caza a las ballenas en este país desde hace poco más de 30 años, pero en septiembre Japón logró retirarse de la comisión y no fue hasta que este domingo se dio oficialmente su salida, por lo que este lunes se reanudaron las actividades de caza.
Grupos activistas en favor del medio ambiente protestaron la decisión de Japón este fin de semana en el G20, por lo que las autoridades dieron respuesta señalando que habrá un límite en la caza para no poner en peligro la existencia de los cetáceos, especificaron que al año solo podrán ser cazados 227 ejemplares.
Con información de Agencia EFE, El País y Excelsior.
Imágenes con fotografías de El País y Agencia EFE.