Este día se dio a conocer que una familia hondureña fue rescatada tras haber sido secuestrada durante trece días por un grupo dedicado al crimen organizado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
De acuerdo con los primeros reportes, los plagiarios pedían 15 mil dólares a cambio de la libertad de estas personas.
Las víctimas eran un hombre, una mujer y tres menores de edad.
Se sabe que horas después de perpetrar el secuestro, los presuntos delincuentes se pusieron en contacto con los familiares de los hondureños a través de diversos mensajes, videos y audios por WhatsApp.
En el material que utilizaron para exigir la recompensa se logra escuchar la forma en la que la familia hondureña fue torturada.
Por otro lado, Heriberto Vela, el padre de familia relató que ellos se encontraban en el estado de Chiapas porque deseaban llegar a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida; sin embargo, un grupo de personas los interceptó y los privó de la libertad.
Es que tratamos de rodear una garita de migración, entonces nos metimos a un monte y ahí nos detuvieron. Nosotros pensamos al principio que era un asalto nada más, pero resultó que no, que nos retuvieron, no nos dejaron salir, nos retuvieron con amenazas” [sic].
Asimismo, Heriberto Vela contó que en todo momento sus familiares y él se encomendaron a Dios y realizaron una serie de oraciones.
Nos encomendamos en las manos de Dios, oramos momentos, en el día, unas cinco veces al día o más, orando, cantando himnos de la iglesia, los niños, como son inocentes, no sentían la angustia que nosotros” [sic].
Con los ojos cristalizados por las lágrimas, el hombre indicó que lo más difícil en ese momento fue mantener a sus hijos tranquilos a pesar de las amenazas que les hacían sus secuestradores.
Gracias a Dios ahí teníamos unos cepillos dentales de nosotros y con eso nos poníamos a jugar, con los peines y con los cepillos, en cada momento nos callábamos, porque eso sí, a cada ratito nos venían a decir que nos calláramos, que los calláramos a ellos, pero gracias a Dios, los niños no los incomodaron, los ángeles de Dios estuvieron con ellos”.
Como era de esperarse, los infantes no entendían lo que estaba pasando y en diversos momentos les decían a sus padres que deseaban salir del lugar; sin embargo, los progenitores nunca encontraron la forma de decirles a sus hijos que se encontraban encerrados sin su consentimiento.
Detalló que en ningún momento sufrieron agresiones físicas, pero las constantes amenazas generaron que en todo momento sintieran miedo; además informó que comían frijoles y arroz.
Finalmente, Heriberto Vela anunció que se siente arrepentido por haber puesto en riesgo a sus seres queridos:
Arrepentidos desde el primer día que nos sucedió de habernos hecho esa locura, con estos niños y meternos a ese monte y jamás lo volvería a hacer, jamás de los jamases, y aconsejo a cualquier persona que quisiera hacerlo, que pensé dos veces, que así como nosotros tuvimos buena suerte, a otra gente no puede correr la misma suerte”.
Al respecto, las autoridades detallaron que la familia fue trasladada al estado de Veracruz y el Fiscal de Atención a Migrantes indicó que una persona fue detenida por este hecho.
Con información de Proceso, Imagen Noticias y Excélsior.
Fotos: Twitter.