Luis Bello | Acustik
El Instituto Nacional Electoral (INE) suspendió el costoso proceso de liquidación del Partido Humanista, tras recibir una orden judicial derivada de un juicio interpuesto por personas que demandaron ser reconocidas como empleadas del ente político.
Hasta el momento, dicho proceso de liquidación le ha costado al INE 67 millones de pesos, debido a un sinfín de querellas interpuestas al Partido Humanista por parte de empleados, proveedores y multas de la autoridad electoral. El instituto político debe seguir haciendo frente a sus obligaciones legales pese a haber perdido oficialmente su registro en 2016.
La razón de llevar más de tres años en proceso de cancelación, es por la lista de acreedores, la cual debe incluir a todos los empleados y diversos proveedores del Partido.
Para el INE, el mayor problema ha sido dejar fuera de las listas a empleados del partido, a quienes se les adeudaban pagos de nómina o finiquitos, por lo que estos emprendieron un proceso judicial para reclamar sus derechos.
De acuerdo con la lista de acreedores, el Partido Humanista todavía debe unos 30 millones de pesos, los cuales deberán empezar a liquidarse en primera instancia a los trabajadores, luego a proveedores y finalmente pagar las multas e impuestos que haya contraído.
Actualmente, el liquidador asignado elabora una lista de los activos con los que cuenta el partido, entre artículos de oficina y recursos obtenidos por parte de sus prerrogativas, serían los bienes usados para hacer frente a sus acreedores, pues el partido no contaba con inmuebles.
Por su parte, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debe citar si los adeudos contraídos de sanciones impuestas por la autoridad electoral son prioritarios de pago.
En tanto, las multas acumuladas por el Partido Humanista son consideradas como acreedores comunes y solo pueden saldarse después de haber hecho el pago correspondiente a los trabajadores y darles su liquidación de acuerdo a la ley.
El INE espera tener al cierre de este año la lista completa de acreedores y la orden de prelación para proceder al pago de las deudas y así concluir el proceso de liquidación.
Con información de Milenio, El Sol de México y Animal Político
Fotos tomadas de La Otra Opinión y Foursquare