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Personas fieles a la tradición católica recorrieron las calles de Atlixco durante el Viernes Santo con gruesas y pesadas cadenas amarradas a su pecho y pies.
En esta dolorosa demostración de fe a paso lento y bajo los rayos del sol recorrieron las calles, además, se pusieron espinas de huizache, una clase de cactus de la zona, en el cuerpo.
En el recorrido los feligreses cargaban una bandeja con limones que fue lo único que tenían permitido tomar, ya que no pueden beber ningún otro líquido durante los más de cuatro kilómetros del recorrido.
Fue así como los devotos dieron gracias por los favores recibidos, mientras otros pidieron a Dios a Cristo o a la Virgen que les conceda un milagro.
Por otra parte, pobladores de la comunidad adornaron las calles con coloridos tapetes de aserrín para esperar la llegada de la procesión que pasó por las principales calles del pueblo mágico.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, hizo un llamado a los poblanos para erradicar la violencia en estas pascuas e invitó a la reflexión por el sufrimiento de Cristo durante su Pasión.
Esto ocurrió antes de iniciar la procesión de Viernes Santo en la ciudad de Puebla; añadió que estos días santos deben ser para mejorar como personas y contribuir a que exista un ambiente de paz en el estado.
Con información de El Sol de México, Twitter y El Sol de Puebla.
Fotografía de El Sol de Puebla.