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El presupuesto para conservar la especie de la vaquita marina fue elevado durante el sexenio de Enrique Peña Nieto; sin embargo, los resultados no se percibieron debido a la corrupción y la nula claridad del destino de estos fondos.
El coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México, Miguel Rivas, refirió que a la vaquita marina no la está extinguiendo la ‘veda a la pesca’, sino una falta de estrategia para frenar las capturas furtivas por parte de grupos criminales y los programas que no cristalizan.
Hubo un gastadero de dinero, un despilfarro en el sexenio anterior. Nunca hubo como un ejercicio de transparencia que dijera: todo esto tuvimos de dinero y todo esto es lo que gastamos. No existe”.
Rivas denunció que la administración pasada dejó pendiente una deuda con la ciudadanía, pues no se realizaron reportes de los resultados que se lograron gracias a las aportaciones de organizaciones nacionales y extranjeras.
El activista declaró que se entregaron 255 millones de pesos al año como compensaciones para los pescadores de San Felipe y Santa Clara, Baja California, por la veda de pesca con redes de enmalle, cimbra o palangre que se decretó el 1 de marzo de 2015 y que duró dos años más.
Además, se destinaron tres millones de dólares para el programa de emergencia denominado Proyecto Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación) durante el sexenio de Peña Nieto para llevar al animal a un programa de ‘semi-cautiverio’, pero se cerró.
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Rivas mencionó que también el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (Cirva) desarrolló una estrategia para trasladar ejemplares de la vaquita marina a un santuario temporal a dos kilómetros del faro del puerto de San Felipe con la finalidad de lograr la reproducción sin el riesgo de caer en mallas de pescadores.
A pesar de las grandes cantidades de recursos que recibió el proyecto, solo se construyeron albercas, refugios artificiales y se contrataron pangas para capturar a algunos animales pero, de los dos ejemplares, uno murió en noviembre de 2017 y el programa quedó suspendido.
Se llegó a un acuerdo de que no era necesario continuar con el programa entendiendo que podían morirse más ejemplares y en enero de este año se decidió que ya no continuaría el Programa Vaquita CPR”.
Aunado a los problemas que representó la falta de transparencia en los recursos, la entrega de apoyo a pescadores tuvo deficiencias, pues el programa benefició a personas que ya habían muerto hace años.
Además, durante todo el sexenio anterior, se reportó que hubo cobros de ‘diezmos’ de distintos agentes externos en el padrón de beneficiarios.
Con información de El Sol de México, Pulso San Luis y La Razón.
Fotografía especial con imágenes tomadas de El País y Expansión.