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Luego de que la Policía francesa encontró varias colillas de cigarros cerca del armazón de vigas en la catedral de Notre Dame en París, Francia, algunos empleados admitieron haber fumado dentro de las obras de la misma instalación a pesar de estar prohibido, informaron fuentes francesas.
Marc Eskenazi, portavoz de la empresa Le Bras Frères, encargada de montar los andamios en el techo de la catedral, admitió que algunos trabajadores fumaron, sin embargo, negó que esto causara el incendio en el templo católico que se registró el pasado 15 de abril, según publicó la emisora de radio RFI.
El semanario Le Canard Enchaîné informó que algunos trabajadores encargados de la restauración de la aguja del templo reconocieron a los investigadores que fumaban en los andamios.
A pesar de las declaraciones, los investigadores niegan la teoría de que el templo se haya incendiado por cigarrillos y respaldan la hipótesis de que el incendio se haya provocado por un cortocircuito, ya que se observaron varias irregularidades en la instalación eléctrica, en el tendido para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma, y que recorría el envigado de madera de Notre Dame.
Le Canard Enchaîné agregó que los bomberos fueron avisados 35 minutos después del percance en vez de los 20 minutos que se habían anunciado oficialmente.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron fijó como objetivo concluir en cinco años la reconstrucción de la catedral, aunque varios expertos han señalado que podría durar una década.
Fotografía tomada de EFE.