Luego de tres candidaturas presidenciales pérdidas y las pasadas elecciones de 2018, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó su mayor declive en casi ocho décadas de su liderazgo como partido político, mismo que hoy a sus próximos 90 años espera ser sacado del letargo.
Mañana 4 de marzo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumple 90 años tras ser fundado en 1929, ante esta situación los deseos de renovación crecen así como las expectativas de los que podrían ser el futuro presidente nacional de la bancada, entre los que se encuentran cinco aspirantes: Ivonne Aracelly Ortega Pacheco Dzemul, Alejandro Moreno Cárdenas, Miguel Ángel Osorio Chong, José Narro Robles y Ulises Ruiz Ortiz.
Las elecciones de 2018, marcaron un antes y un después en la vida del tricolor, ya que estas fueron en las que el PRI obtuvo su menor porcentaje de votación para la elección presidencial, con apenas el 16 por ciento, tras esta racha el partido fundado por Plutarco Elías Calles redujo, de manera inesperada, su número de seguidores.
El poderío que el PRI mantuvo durante más de medio siglo fue considerado como uno de los más imponentes en el mundo, ya que durante siete décadas seguidas controló todas las gubernaturas, así como los poderes instituidos en la carta magna: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Desde la fractura más honda que atravesó en 1988 a causa las elecciones federales que estuvieron plagadas de irregularidades, mismas que ganó Carlos Salinas de Gortari, el PRI inició un ciclo positivo para ejercer su poder, mismo que estuvo encabezado por creación de reformas e instituciones que le dieron inmunidad y fueron altamente criticadas por la derecha e izquierda del partido.
Desafortunadamente para la bancada de mayor antigüedad en México, las próximas administraciones serían en declive de la institución; sin embargo, solo una de ellas daría fin definitivo a su estirpe, se trata del gobierno de Peña Nieto, el cual tuvo los más altos índices de corrupción y violencia, mismos que llevaron a la derrota del partido en la contienda del pasado 2 de julio que significó la peor etapa en el congreso, gobiernos estatales y municipales, así como presidencia.
Una de las hipótesis orquestadas dentro del mismo partido es que la bancada terminará por ser absorbida por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la cual obtuvo en 2018 el 80 por ciento de aprobación de la población.
Ahora basta ver cuáles serán las fichas que moverá Claudia Ruiz Massieu, quien se opone a renovar el nombre del partido.
Con información de El Sol de México, El Financiero y Aristegui Noticias
Foto: Enfoque Noticias