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Puebla, Puebla. 6 de enero de 2019.- Tras la muerte del exgobernador de Puebla y senador del Partido Acción Nacional (PAN) Rafael Moreno Valle el pasado 24 de diciembre, la institución política –que de 2000 a 2012 gobernó el país– atraviesa una de sus peores crisis de liderazgo en su historia.
En el accidente aéreo también perdió la vida la esposa y gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso, lo que provocó un vacío de poder en al PAN, a poco meses de haber sufrido una estrepitosa derrota electoral con la obtención de sólo tres gubernaturas de las 12 en disputa a nivel nacional.
Desde Puebla, el fallecido coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República, formó un monolítico y poderoso grupo conocido como ‘el morenovallismo’: Moreno Valle se convirtió en el partido mismo desde 2010 con la gubernatura de Puebla en una alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Sin embargo, su ausencia coloca ahora al PAN en una etapa inesperada para reconstruir un partido fuerte y competitivo desde los liderazgos locales desplazados por ‘el morenovallismo’.
Al lado de su esposa Martha Erika –quien fue secretaria general del PAN en Puebla antes de ser gobernadora–, Moreno Valle aspiró a la Presidencia de la república y logró ser el líder de los senadores de su partido.
El fallecimiento del matrimonio Moreno Valle-Alonso significó no sólo perder a un grupo político relevante, sino dejar en la orfandad al partido después de que el estado de Puebla fuera su principal bastión de influencia con ocho años de hegemonía (seis de Moreno Valle y dos de Antonio Gali).
Al respecto, la investigadora universitaria Claudia Ramón, en entrevista con EFE, explicó que:
“El PAN en Puebla está en orfandad porque la presencia de Rafael Moreno Valle fue tan absoluta que anuló por completo los liderazgos que pudieran surgir”.
El PAN ha perdido prácticamente la gubernatura del estado de Puebla, pues se celebrarán elecciones extraordinarias en uno de los estados más poderosos económicamente del país, con un crecimiento anual de más del cinco por ciento.
El pasado 1 de julio, el PAN logró alzarse con la victoria en los estados de Guanajuato, Yucatán y Puebla. En este último estado con un disputado y polémico resultado hasta que un tribunal ratificó el triunfo de Martha Erika Alonso.
Hasta diciembre de 2018, el PAN contaba con 11 gubernaturas, pero con la muerte de Martha Erika se queda con 10 y deberá volver a disputarla con un partido huérfano y desorientado. Al respecto, Claudia Ramón dijo que:
“No veo en este momento un liderazgo real, al desaparecer esta presencia queda desarticulado. Dentro del partido no hay nadie que pueda sustituir esas figuras y además hay una fuerte pugna interna”.
La académica de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) considera difícil que ese partido pueda reconstruirse a tiempo para las elecciones programadas para el 2 de junio de 2019 y dar aliento al PAN a nivel nacional.
“Veo complicado que el morenovallismo o lo que queda del grupo pueda reconstituirse, porque ninguno de los personajes tienen presencia o liderazgo porque han sido avasallados, se excluyó a verdaderos liderazgos, a esos grupos los patearon”.
Rafael Moreno Valle, quien inició su vida política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), anuló a los fundadores del PAN, entre ellos a Ana Teresa Aranda Orozco, el mayor ícono en Puebla y a Eduardo Rivera Pérez, exalcalde de la capital poblana y miembro de la organización de ultraderecha El Yunque.
En medio de muchos resentimientos, la actual dirigente local del PAN, Genoveva Huerta Villegas, apela a la mesura en el interior del partido y llama a la reconciliación. ‘Lo que necesitamos es no más golpeteo, sino un perfil que nos guíe sobre nuestros mismos objetivos’.
Con unas elecciones extraordinarias enfrente, insiste que necesitan la unificación entre los diferentes grupos políticos internos. ‘Estoy visitando todos los liderazgos. Acción Nacional tiene las puertas para aquellos que quieran trabajar por, con y desde el PAN’.
Por su parte, el exdirigente estatal del PAN Juan Carlos Mondragón, uno de los desplazados del morenovallismo, aseguró que el partido debe realizar un proceso de recuperación de confianza:
“Debemos lograr un proceso de recuperación del partido para que las decisiones del PAN se tomen dentro del PAN. Durante muchos años las decisiones se tomaron en la sede del gobernador de Puebla”.
De acuerdo con información de Sin Embargo, a estaa crisis de liderazgo se suma el trasvase de muchos panistas a Morena, partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la sucesiva pérdida de votos después de romper la hegemonía del PRI con las presidencias de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Con información de Sin Embargo, EFE y Contacto Hoy.