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CDMX. 15 de enero de 2019.- Una investigación realizada por los diarios La Silla Rota y Cultura Colectiva News revelaron la manera en que operan los extorsionadores y narcomenudistas en la zona de bares de las colonias Condesa y Roma de la Ciudad de México.
En esta zona de bares y clubes nocturnos el ‘cobro de piso’ tomó fuerza, personal del crimen organizado se acercan a los dueños y gerentes de los negocios después de unos meses de que se instalan y comienzan a cobrar ciertas cantidades de dinero a cambio de ‘dejarlos trabajar’. Además, monitorean el flujo de gente dentro de los establecimientos para impedir que otro grupo criminal se apodere de la plaza y venden droga al interior de los locales.
Las personas entrevistadas por los medios de comunicación mencionados relatan que si el negocio funciona, los delincuentes se acercan a pedir ‘la cuota’ y se dedican a vender droga dentro de los establecimientos. Los gerentes y dueños coinciden en que esta situación se permite por el miedo a interponerse y salir herido o inclusive, perder la vida.
Las cuotas que los extorsionadores cobran oscilan entre los 15 y los 150 mil pesos, dependiendo el tipo de negocio y las entradas de dinero que registren. Los cárteles que operan en la zona Roma-Condesa son La Unión de Tepito y La Unión del B (Betito).
A pesar de que en los últimos meses se logró la captura de los líderes de la organización de la Unión de Tepito: José Alberto Maldonado López, también conocido como Roberto Moyado Esparza, El Betito; y David García Ramírez, El Pistache, las extorsiones continúan en la zona. Algunos locatarios declararon que la situación ya fue denunciada con anterioridad a las autoridades locales y federales pero no han recibido respuestas favorables.
“Abrimos desde hace aproximadamente X años (se omite el dato a petición). En un principio, todo normal y justo como a los meses de haber abierto, llegaron unas personas armadas a decirnos que iban a pasar ahí a vender; a vender sustancias […] Nos asesoramos con personas que les estaba pasando lo mismo; incluso varios grupos de restauranteros y antreros de la zona, en su momento hablaron con Mancera y el jefe de la policía. Hablaron de estos temas y no se pudo hacer mucho. No hubo como una acción inmediata, porque en realidad nadie se quiere aventar esa bronca”.
El modo de operación es similar en todos los casos: tras abrir un negocio, los grupos criminales dejan que opere unos meses en lo que se verifica la consolidación o el quiebre del negocio. Luego de que ya se tiene un número constante de clientes los criminales hacen una ‘primera visita’ donde amenazan al personal para vender droga en sus negocios. En una segunda visita comienzan a cobrar el ‘derecho de piso’ para que los cárteles dejen funcionar el negocio. A cambio los dueños o gerentes acceden a pagar la cuota mensual establecida con la esperanza de que ya no vendan droga pero la situación no cambia, los extorsionadores cobran miles de pesos y venden droga a la vez. Si el negocio es fructífero, la cuota aumenta.
Con información de La Silla Rota y Cultura Colectiva News.
Fotografía tomada de Time Out México.