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Ciudad de México. 16 de enero de 2019.- Noticieros Televisa publicó este miércoles una nota en la que compila información recabada de diversas entrevistas que Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, tuvo con la criminóloga Mónica Ramírez Cano desde su recaptura en 2016.
Ramírez Cano fue la encargada de construir el perfil criminológico del que, en su momento, fue uno de los delincuentes más buscados del planeta y líder del Cártel de Sinaloa: El Chapo.
Dentro de estas entrevistas, se supo que Joaquín Guzmán está a favor de la legalización de la marihuana para evitar que la gente que la siembra vaya a prisión. También que está arrepentido de algunas decisiones, aunque considera que eran las que tenía que tomar.
Al respecto de esta cercanía, la criminóloga comentó:
“Me tocó incluso tratar ya con un Joaquín cansado, con un Joaquín ‘ya quiero retirarme, yo ya quiero estar tranquilo, quiero disfrutar a todos mis hijos’, especialmente las cuatas que eran las más pequeñitas”.
De acuerdo con el perfil psicológico realizado, Joaquín Guzmán Loera es un hombre manipulador que miente o trasgrede la ley para lograr sus objetivos, además se visualiza como un empresario que ve más allá de sus intereses sin considerar lo ilegal de su negocio.
Asimismo, El Chapo es un creyente pero no devoto al que no le gusta apostar, que no se droga y que dejó de beber porque el alcohol no le permitía dedicarse a su negocio. Incluso, Mónica Ramírez lo percibe como un capo de la vieja escuela, que idolatra a su abuela y a su madre.
“Él no estaba de acuerdo, por ejemplo, con el secuestro. Para él, es el peor delito que existe, porque a diferencia de lo que él piensa que la gente se droga porque lo elige, pero un secuestro es contra la voluntad de la persona”.
Y aunque dice haber incursionado en el narcotráfico por necesidad, Mónica Ramírez aclara que de ninguna manera se pueden defender sus actos:
“Yo jamás pretendo justificar un acto ni una decisión de esa naturaleza, si no contar con los elementos que me permitan comprender y entender por qué en determinado momento una persona dice sí, vale, va voy a hacer esto”.
Las entrevistas también permitieron saber que El Chapo es aficionado a los caballos bailadores, a las mujeres y tiene varios hijos.
“Son aproximadamente 23 hijos reconocidos, digámoslo así, algunos dentro de matrimonios consolidados, que son hermanos, y como él lo dice ‘yo soy un padre de familia que se hace cargo de su familia y de las necesidades de su familia”.
Al respecto, el asesinato de uno de ellos, Édgar Guzmán López en mayo de 2008, es uno de los sucesos que más marcó la vida del capo. ‘Es un episodio que él recuerda como el más doloroso, uno de los más dolorosos en su vida’.
Sobre los grandes narcotraficantes con los que convivió, El Chapo admitió querer a otros como El Güero Palma y El Mayo Zambada, pero admira de forma especial a Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, a quien definía como ‘un señorón’.
Finalmente, Mónica Ramírez Cano señaló que antes de ser extraditado a Estados Unidos, Joaquín Guzmán se había resignado a esta medida. Y sobre el arrepentimiento, puntualizó que:
“Mucha gente tiene esta duda de si El Chapo se arrepiente o no se arrepiente de lo que hizo. Él se arrepiente de muchas decisiones equivocadas que ha tomado, que las reconoce él, pero también reconoce que son cosas que él tuvo que hacer”.
Con información de Noticieros Televisay La Prensa de Monclova.