Acustik Noticias
CDMX. 16 de enero de 2019.- Ante la estrategia implementada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador contra el robo de combustible, los expresidentes panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, criticaron el desabasto de gasolina generado; sin embargo, el presidente les recordó que fueron las administraciones pasadas las que en complicidad permitieron que el huachicoleo se incrementara exponencialmente.
Al respecto, el expresidente Fox reviró que en su sexenio la palabra ‘huachicol’ ni siquiera existía y desde redes sociales ha atacado la estrategia del nuevo gobierno.
Es una vergüenza tanta incapacidad y tanta mentira. El ‘pueblo bueno’ se va a decepcionar ante tanto engaño”.
El expresidente aseguró que durante su mandato no existió el robo de combustible pero a la par salieron a relucir investigaciones que demostraron lo contrario.
El diario Proceso expuso que durante el sexenio de Fox la pérdida por robo de combustibles ascendió a 16 mil millones de pesos al año.
En 2004 se dio inicio al plan contra robo de gasolina que generó desabasto en Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán: el Operativo Pemex, que inició el primer día de marzo de dicho año pero que concluyó cinco meses después, ya que Alejandro Gertz, extitular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se jubiló y dejó el asunto inconcluso.
Por su parte, el diario La Silla Roja mencionó que Martín Rojas López fue detenido en 2005 en Houston, Texas, por lavado de dinero. Rojas fue chofer y tras corto tiempo pasó a tener grandes cantidades de dinero gracias a las ganancias que le dejaron los depósitos clandestinos de combustible de los que era dueño.
Rojas tenía al menos dos empresas donde se almacenaba gasolina robada por cárteles del crimen organizado y donde se adulteraba el combustible; además, era dueño de 40 gasolineras, empresas pavimentadoras, de transporte y casas de novia.
En 2001 Raúl Gibb Guerrero, director del diario La Opinión de Poza Rica, Veracruz, dio a conocer detalles sobre la red de robo de combustible que se había establecido en la zona y los nombró Los Chupaductos. En 2005 mencionó nombres de los líderes por lo que las amenazas contra el periodista se intensificaron hasta que enviados de Rojas asesinaron a Gibb pues no accedió a sobornos por parte del líder criminal.
La información descubierta llegó a manos de Vicente Fox y la Procuraduría General de la República (PGR) pero hicieron caso omiso, incluso cuando el Senado aprobó un punto de acuerdo donde se solicitó a la Secretaría de Energía y Pemex la información sobre el estado de los ductos de la paraestatal debido a que la pérdida ascendía a los 20 mil millones de pesos al año.
Con información de La Silla Rota, El Heraldo de México y Proceso.