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CDMX, 05 de enero de 2019.- La noche del cinco de enero es por muchos niños la más esperada del año, la promesa de un despertar con regalos provoca en ellos ansiedad por ir a la cama y despertar para asomarse bajo el árbol y encontrar en su zapato lo que tanto desearon. Pero el origen de los Reyes Magos se remonta, de acuerdo con la Sagrada Escritura (Biblia), al nacimiento de Jesucristo.
Los Reyes Magos aparecen nombrados por Mateo en el Evangelio.
“Unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle” (Mateo 2, 1-12, Biblia de Jerusalén).
Según la tradición católica, los reyes magos interpretaban las estrellas y sus pronósticos. Así fue como siguieron la estrella de Belén hasta el sitio donde había nacido el niño Jesús. Estos reyes eran miembros de una casta sacerdotal persa de la época aqueménida (del 550 al 331 a.C.). Posteriormente, fueron considerados originarios de varias razas: europea, asiática y africana.
A lo largo del tiempo se han representado a tres Reyes Magos con los nombres de:
- Melchor: un anciano con barba blanca quien llevaba como obsequio el oro, representando con ello la naturaleza real.
- Gaspar: un joven rubio que en sus manos llevaba incienso, representando gloria, alabanza y poder.
- Baltasar: un hombre de raza negra, quien lleva de regalo mirra como símbolo de naturaleza humana.
Los expertos afirman que el hecho de que los guiara una estrella sugiere que estaban instruidos en astrología o en la ciencia de la navegación y en el cálculo del tiempo por medio de las configuraciones estelares.
En 2012 el Papa Benedicto XVI aseguró que el origen de los Reyes Magos no era Oriente, sino Tartessos, una zona que se ubicaba entre las ciudades modernas de Sevilla, Huelva y Cádiz, en Andalucía, en España.
Ante estas declaraciones, la Conferencia Episcopal española tuvo que emitir un comunicado que decía que el papa no quiso decir en ningún momento que los Reyes Magos fueran andaluces, sino que eran representantes de los hombres que buscaban a Dios.
Los Reyes Magos regalaron a Jesús oro por ser rey, mirra por ser hombre e incienso por ser Dios, los cuales extendieron delante del Redentor, de ahí que en la víspera del 6 de enero los niños dejen junto al árbol un zapato con un poco de comida y bebida para ellos y los animales en los que se trasladan.
Con información de Milenio, National Geographic y El País.