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CDMX, 11 de diciembre de 2018.- Ramiro Osorio Cristales testificó en la corte el mes pasado contra uno de los asesinos de las peores masacres del ejercito en la guerra civil de Guatemala.
El hombre que estaba siendo juzgando, un exsoldado llamado Santos López, no solo estaba acusado de matar a la familia de Osorio y a sus vecinos, era también su padre adoptivo.
Ramiro Osorio Cristales tenía cinco años cuando las fuerzas de élite de Guatemala mataron a más de 200 personas en Las Dos Erres, su pueblo. Su padre adoptivo, Santos López, era uno de los integrantes del grupo de soldados responsables de la masacre que sucedió en el marco de la guerra civil del país, el 6, 7 y 8 de diciembre de 1982.
Después de 36 años, Osorio acudió al juzgado para relatar cómo en tres días, su padre y otros kaibiles soldados de élite del Ejército de Guatemala violaron, apalearon y mataron al pueblo guatemalteco.
“Tuve que testificar contra él. Quería ser la voz de quienes no pueden estar aquí”, confiesa la víctima en un artículo de la BBC.
Gracias a los testimonios de su hijo adoptivo en el juicio, que comenzó el uno de octubre y finalizó el pasado 22 de noviembre, Santos López fue condenado a 5.000 años de cárcel: 30 años por cada una de las muertes de las que fue responsable y otros 30 por el asesinato de una niña que primero secuestró.
Además de Osorio, otros 20 sobrevivientes proporcionaron relatos sobre la masacre que acabó con la vida de dos centenares de personas. Según la organización International Justice Monitor, los tribunales de Guatemala ya habían condenado a cinco oficiales militares por la matanza, cuatro en 2011 y uno en 2012. Cada uno de los soldados fue castigado a más de 6 mil años de prisión.
Con información de La Silla Rota y Público.