Redacción Acustik Noticias
Estados Unidos. 26 de diciembre de 2018.- Como respuesta a la muerte de Felipe Gómez un niño migrante que se encontraba detenido en Estado Unidos, a cargo de la policía migrante, se anunció que las mismas autoridades realizaran inmediatamente exámenes médicos a todos los inmigrantes menores de edad que se encuentran detenidos, una acción que no ha sido ordenada por la Casa Blanca ni el Congreso.
La muerte del niño de 8 años ha impactado con gran fuerza a todo el mundo, y en esta ocasión han reaccionado casi de inmediato la burocracia de quienes vigilan la frontera con México; a comparación del pasado 8 de diciembre cuando murió otra niña guatemalteca, en circunstancias muy similares, y el Gobierno tardó casi una semana en informar al Congreso del suceso y solo dio explicaciones públicas tras la conmoción general y las exigencias de los demócratas.
Se supone que el Gobierno solo permite la estancia de los migrantes en instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) durante 72 horas, ya que no tienen los recursos de un centro de detención dirigido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
De acuerdo con la CBP, Gómez Alonzo y su padre fueron detenidos el 18 de diciembre a la una de la tarde, y fueron detenidos en un centro durante dos días y, luego, fueron trasladados a las instalaciones de esa agencia en El Paso, pero como ese edificio estaba saturado, decidieron llevar al niño y su padre a la ciudad de Alamogordo, en Nuevo México.
El 23 de diciembre, el niño y su padre llegaron a Alamogordo, a unos 145 kilómetros de El Paso, y al día siguiente el pequeño fue hospitalizado porque tosía y tenía los ‘ojos brillantes’.
En el hospital Gerald Champion Regional, en Alamogordo, los doctores determinaron que el niño sufría un resfriado común, pero luego observaron que tenía fiebre y decidieron dejarlo otros 90 minutos en observación para finalmente darle el alta con una receta médica para que tomara ibuprofeno y amoxicilina.
Sin embargo, la salud del menor empeoró: comenzó a sentir náuseas y vómitos, de forma que los agentes migratorios lo llevaron de vuelta al hospital Gerald Champion Regional, finalmente el pequeño fue declarado muerto a las 11 de la noche del 24, en Nochebuena.
La muerte del pequeño llega en un momento político difícil en EU, ya que el presidente cerro el gobierno por falta de fondos, para el muro fronterizo. El miércoles, el jefe de CBP, Kevin McAleenan, dio una entrevista a CBS en la que prometió ‘un enfoque diferente’ respecto al tratamiento de los menores y pidió más presupuesto, pero no para un muro, sino para “atención médica”.
D.R.S.