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CDMX, 23 de diciembre de 2018.- Flor de Nochebuena es el nombre que recibe en México una planta cuyo nombre científico es euphorbia pulcherrima, palabra que en latín significa ‘la más bella’.
A la llegada de los españoles durante la Conquista en México, los frailes franciscanos fueron quiénes usaron la nochebuena para decorar durante los festejos de la Navidad y las Posadas.
La historia dice que a principios del siglo antepasado, Joel Roberts Poinsett, el primer embajador estadounidense en territorio mexicano, hizo un viaje a Taxco, Guerrero, y fue el momento en el que quedó maravillado con lo que pensó era una flor que adornaba plazas e iglesias.
En 1830 de vuelta a Carolina del Sur, Poinsett se llevó ejemplares de la cuetlaxóchitl, y la cultivó en aquel país, por lo que en Estados Unidos se le conoce como Poinsettia.
Pero a pesar de que su divulgación haya sido en gran parte gracias a un extranjero, la Nochebuena es una flor cien por ciento mexicana. Su nombre náhuatl es tlaxóchitl, que significa ‘flor que se marchita’. Los aztecas la llamaban cuetlaxóchitl, pues para ellos simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.
La nochebuena se usó por primera vez en las fiestas navideñas del siglo XVII, en Taxco, Guerrero. Un grupo de monjes franciscanos recolectó estas flores en los campos, donde crecían de forma silvestre, para enmarcar una procesión conmemorativa de la Natividad, llamada Fiesta del Santo Pesebre.
La sociedad novohispana comenzó a usarlas para engalanar sus nacimientos y formar guirnaldas decorativas. A partir de entonces, la cuetlaxóchitl ha estado ligada a la Navidad en nuestro país.
Con información de El Universal, Instituto Cultural y www.gob.mx.