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Ciudad de México. 2 de diciembre de 2018.- El primer día de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México se distinguió por diversos gestos que indican la ruta que seguirá su Gobierno. Siendo uno de los presidentes más votados en la historia política de México, comenzó su sexenio con índices de popularidad por encima del 50 por ciento. Además, durante la lectura de sus discursos destacó los excesos de sus antecesores, por lo que sus primeros símbolos están relacionados, principalmente, con eliminar las barreras que existen entre la figura presidencial y los ciudadanos. Partiendo de esa base, y con información de El País, te presentamos los momentos clave en la primera jornada del nuevo presidente de México.
Luego de haber sido la casa del presidente por 84 años ininterrumpidos, previo a que López Obrador recibiera la Banda Presidencial, la Residencia Oficial de Los Pinos abrió sus puertas al público en general. El presidente no habitará la residencia, por lo que se habilitará como museo. En su primer día, Los Pinos recibió a alrededor de 20 mil de personas que acudieron a conocer los lugares que hasta el pasado 30 de noviembre habitó el presidente.
El segundo símbolo se vivió en el traslado de Andrés Manuel de su casa a la Cámara de Diputados, cuando un ciclista violó la vigilancia del Presidente para dar alcance al jetta color blanco en el que viajaba. ‘No tienes derecho a fallarnos’, le dijo a López Obrador, quien agregó la frase a su discurso con la finalidad de aclarar que es consciente de la responsabilidad que ha adquirido. Es bien sabido que en México la voz del ciudadano es ignorada por lo políticos, por lo que el Presidente ha recalcado estar comprometido con las causas sociales y con atender los problemas que preocupan directamente a los mexicanos.
Ya en el Pleno del Congreso de la Unión y durante la lectura de su discurso, Andrés Manuel López Obrador fue interrumpido en diversas ocasiones, tanto a favor como en contra, pero sin duda las más significativas fueron el conteo por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa para reclamarle justicia al expresidente Enrique Peña Nieto y la protesta de legisladores panistas contra la visita del presidente de Venezuela Nicolás Maduro. Lejos ha quedado la imagen de un Congreso aletargado, desde la toma de posesión de Felipe Calderón en 2006, el Congreso tomó un papel más combativo.
Luego de la transición presidencial y la comida en Palacio Nacional, Andrés Manuel recibió el bastón de mando de los pueblos originarios y afromexicanos en el zócalo de la capital. Un símbolo más que significativo, pues es el primer presidente de México en recibirlo, además, en una ceremonia tradicional. Se acostumbraba que tras la toma de protesta, el presidente en turno se fuera a celebrar en privado con su nuevo Gobierno. Sin embargo, López Obrador desde su primera contienda presidencial en 2006, abrió en su discurso la inclusión de los pueblos fundadores de México.
Finalmente, no podemos evitar resaltar el jetta color blanco en el que se ha transportado el presidente desde su campaña y la seguridad del mismo, la cual ha sido (más que notable) menos a la de sus antecesores. Andrés Manuel se trasladó todo el tiempo en su automóvil particular acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su chófer. Con respecto a la seguridad, en sus traslados tuvo cercanía con sus simpatizantes, quienes se acercaron a saludarlo, felicitarlo y recordarle sus compromisos, algo impensable en México. Los operativos de protección del Estado Mayor Presidencial han quedado reducidos a un círculo de seguridad discreto que acompaña al presidente cuando camina entre las multitudes. El presidente mexicano quiere cambiar la percepción de que acceder a él es una tarea exclusiva de los grupos de poder.
Con información de El País.