Dallas. 27 de diciembre de 2018.- Agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos liberaron a más de 500 inmigrantes frente a distintos albergues y estaciones de autobuses en El Paso, Texas, lo que elevó a más de mil 100 el total de indocumentados dejados en libertad en esa área en los últimos cuatro días.
Las liberaciones masivas, que iniciaron el pasado domingo, cuando más de 200 inmigrantes fueron dejados en una estación de autobuses de Greyhouond en El Paso, se dan luego que la ICE alcanzó los límites de tiempo que puede detener a las familias migrantes.
“Para mitigar el riesgo de mantener a las unidades familiares más allá del plazo asignado al gobierno, la ICE ha reducido las revisiones de los planes posteriores a la liberación de las familias detenidas a lo largo de la frontera suroeste”, explicó ICE en un comunicado.
Agregó que “continúa trabajando con funcionarios locales y estatales y ONG (Organizaciones No Gubernamentales) asociadas en el área para que estén preparados para brindar asistencia con el transporte u otros servicios”.
Los 518 inmigrantes liberados el miércoles fueron dejados frente albergues, donde se les ayuda con alimentos y otros víveres, mientras se les pone en contacto con familiares o amigos en Estados Unidos.
Pero a principios de esta semana, la ICE liberó a cientos de hombres, mujeres y niños en el centro de El Paso y en la estación de autobuses de Greyhound, sin avisar a los albergues y grupos que los ayudan.
‘Estoy muy, muy decepcionado cuando mi gobierno hace cosas como estas’, dijo Rubén García, director ejecutivo de Casa Anunciación, un refugio para inmigrantes de El Paso que coordina los esfuerzos de asistencia local para los migrantes.
“La conclusión es que no liberas a las familias con niños pequeños en las calles”, dijo García.
Las liberaciones de inmigrantes se dan luego que se informó el martes sobre la muerte de un segundo niño migrante que estaba bajo custodia de la Oficina de Inmigración y Protección Fronteriza (CBP).
El menor, identificado como Felipe Gómez Alonzo, de siete años, originario de Guatemala, falleció la madrugada del 25 de diciembre. También la menor migrante guatemalteca Jakelin Caal Maquin, de siete años, falleció bajo custodia de la Patrulla Fronteriza el pasado 8 de diciembre.