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Nueva York, 7 de diciembre de 2018.- Miguel Ángel Martínez, alias El Tololoche o El Gordo, quien se identificó como gerente de las operaciones de tráfico de drogas de Joaquín El Chapo Guzmán, testificó el pasado 26 de noviembre en la corte de Nueva York, y es mucha la información que se ha logrado recuperar de sus testimonios.
De acuerdo con El Gordo, Joaquín Guzmán Loera, intentó asesinarlo a pesar de haber sido un trabajador fiel a quien llamaba El Patrón.
‘Si yo, cuando estuve luchando por mi extradición nunca le cité, nunca le fallé, nunca le traicioné. Cuidé por toda su familia, y lo que recibí fueron cuatro intentos de homicidio a mi persona. Y eso sin haber dicho nada’.
Durante la detención de El Chapo en 1993, El Gordo tomó las riendas del negocio y se encargó de proteger a la entonces esposa e hija de Loera. Miguel Ángel Martínez se encargó de pagar sobornos de hasta 40 mil dólares a directivos de Almoloya y Puente Grande, para que el capo pudiera hacer uso sin restricciones de teléfonos, comida y ropa especial y la visita de sus cinco esposas.
El Gordo recibía un salario anual de un millón de dólares por las labores que realizaba administrando el negocio y recibía como compensación una Rolex de diamantes y algunos otros costosos regalos, lujos que también disfrutaba El Chapo.
EL Gordo señaló que El Chapo disfrutaba algunos viajes de placer y darse algunos regalos, por ejemplo viajar a Suiza a inyectarse sustancias antienvejecimiento. Habló también de como El Chapo disfrutaba el whisky, la cerveza y el coñac, armas con iniciales en oro y casas en las playas del país.
El Gordo se encargaba de transportar la droga a través de enlatados que cambiaban de nombre con frecuencia para evitar ser identificados por la DEA.
De acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos, Miguel Ángel Martínez es pieza clave en el juicio contra El Chapo Guzmán.
Con información de Milenio, Reporte índigo y Tribuna.