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Cali, Colombia. 22 de diciembre de 2018.- Afirmando que un mensaje divino les reveló que resucitaría, una comunidad religiosa de Cali, Colombia, se negaba a enterrar a un migrante originario de Venezuela que murió en la ciudad colombiana.
Se trata de César Alexis Blanco, de 20 años de edad, y quien murió a causa de recibir varios disparos el pasado 10 de diciembre en Puerta del Sol, un barrio popular de Cali.
De acuerdo con información de Excélsior, sus familiares pretendían enterrarlo tan pronto les fuera entregado el cuerpo, sin embargo, la congregación de fe a la que pertenecen aseguró haber recibido un mensaje divino que les hizo cambiar de planes.
Al respecto, Julio Blanco, padre de Alexis, explicó que:
“Dios encomendó que se trajera el cuerpo y se velara aquí [en la casa], entonces en eso Dios dice que va a hacer algo mayor: levantar al muchacho y que se va glorificar aquí en Puerta del Sol”.
El prolongado velorio, que completó el pasado 20 de diciembre diez días, obligó la intervención de las autoridades ante el reclamo de los vecinos.
En la tradición cristiana, en promedio, un cuerpo es enterrado después de un día y medio de velorio.
Pero, según el secretario de Salud de Cali, Nelson Sinisterra, la legislación colombiana ‘no establece un plazo máximo’ para enterrar o cremar un cadáver. Aunque en el caso de Alexis, fue preparado por una funeraria para ser conservado sólo 48 horas.
Por eso, y porque la familia se negaba a enterrarlo, fue necesario desplegar un operativo de seguridad con Policía para el traslado del cuerpo. Una vez que el ataúd fue sacado de la casa en donde era velado, presuntamente su madre elevó varias plegarias en vía pública y suplicó a Dios la resurrección de su hijo.
“¡César Alexis, levántate en el nombre de Jesús. Es en el poder de Jesucristo, aleluya, porque Él es el que resucita y de Él es el poder, aleluya, y yo lo creo…!”
Con este ritual la familia dio el último adiós al joven, mientras un vecino gritó ‘¡Déjenlo descansar y llévense a ese pobre muerto!’.
El cuerpo de César Alexis Blanco fue trasladado al Cementerio Israelita, en el norte de la ciudad, y quedó en la tumba número 66.
Con información de Excélsior, Continental y LA Noticias.