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Ciudad de México. 7 de diciembre de 2018.- A menos de 100 kilómetros de la Ciudad de México se encuentra Cuernavaca, la bella y cálida capital del estado de Morelos. Entidad y ciudad deberían pedirle una recomendación al presidente Andrés Manuel López Obrador con los sacerdotes indígenas que le hicieron la limpia el pasado 1 de diciembre en el zócalo capitalino.
¿Que por qué? Porque han probado todas las opciones políticas disponibles hasta ahora. El priismo les dejó corruptos y ladrones, el panismo protegió al narcotráfico y el perredismo, con genes priistas, salió bueno para los negocios familiares e incompetente para combatir el crimen.
En las elecciones más recientes se la jugaron con la ‘esperanza de México’ y Morelos le dio el gane al candidato Cuauhtémoc Blanco para ser su gobernador. Al parecer una salvación.
Blanco, que sin duda fue un héroe de mil batallas con el América (y numerosos equipos de Europa, Primera División y Liga de Ascenso en México) y otras tantas con la Selección Nacional, es calificado por El Universal como ‘el prototipo del político de estos tiempos’: para qué queremos gobernantes calificados y ‘fifís’, si alguien con instinto goleador puede gobernar un estado. Incluso, otros con menos de eso han sido diputados federales o senadores.
Siguiendo en este tenor, subrayaremos las aspiraciones presidenciales de Cuauhtémoc Blanco para 2024. ¿Disparates? Me gustaría pensarlo. No se ría, muchos ya lo hicieron cuando buscó la alcaldía, y otros tantos hasta lloraron de la risa cuando se postuló para la gubernatura. Consiguió ambos cargos.
Por si fuera poco, Cuauhtémoc demostró que sí es capaz de gobernar, pues durante su administración como alcalde de Cuernavaca, la capital alcanzó niveles nunca antes registrados en materia de inseguridad y a la alza… Pero lo que ahorita le costará demasiada popularidad será la decisión que tomó de acabar con el Paso Exprés que conecta la autopista de Cuernavaca con el puerto de Acapulco, Guerrero.
Como consecuencia de la falta de inversión y de la escasa visión de quienes han gobernado Morelos, esta autopista ha sido empleado por los habitantes de Cuernavaca como un periférico. Pese a que la capital de la entidad ha crecido económica y demográficamente, ningún gobernante, quizás hasta ahora, ha invertido en una vía rápida en la ciudad.
El gobierno federal de Enrique Peña Nieto trató de solucionarlo mediante la construcción de dicho Paso Exprés. Una obra tan ineficiente como costosa. La obra consta de una construcción sobre la autopista que va hacia Acapulco con el fin de ‘garantizar’ que el transporte público y privado que cruza Cuernavaca lo haga más rápidamente.
Pero ahora, Cuauhtémoc Blanco, ‘empoderado’ por su cercanía con López Obrador, logró que los carriles confinados para la circulación ‘exprés’ sean abiertos a todo tránsito, por lo que en algunos días el tránsito de Cuernavaca volverá a generar un ‘tapón’ en las horas pico, lo que podría significar horas de retraso en los viajes hacia Guerrero.
Pero, si el exjugador profesional ‘no afloja el paso’ y continúa tomando decisiones como esta, seguro se irá construyendo un paso exprés al 2024, al menos a una posible candidatura. No se ría, que la trama de esta película comienza a tomar tintes de terror…
Con información de El Universal.