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Ciudad de México. 28 de diciembre de 2018.- En diversas partes del planeta se celebra cada 28 de diciembre el Día de los Santos Inocentes. Su origen es religioso, sin embargo, la tradición popular se ha acoplado y las personas acostumbran a realizar bromas durante este día. Igualmente, una frase propia de esta celebración es: ‘¡Inocente palomita, te dejaste engañar!’.
Pero, ¿sabes cuál es el origen de esta tradición? De acuerdo con el cristianismo, el Evangelio de San Mateo relata que cuando los Reyes Magos buscaron a Jesús de Nazaret, pensaron que lo encontrarían en el palacio de Jerusalén y le comunicaron al Rey Herodes I ‘El Grande’ del nacimiento de un niño que sería el soberano de Israel.
Ante esta noticia, Herodes se sintió amenazado: de nacer el ‘verdadero rey’, perdería el trono de Israel. Por esta razón, es que ordenó a su ejército matar a todos los niños menores de dos años que vivieran en Belén y sus alrededores.
De acuerdo con información de El Universal, la Iglesia católica conmemora este acontecimiento y eleva oraciones por todas las personas que fueron asesinadas inocentemente. La intención de esta celebración es buscar hacer conciencia sobre las personas asesinadas en robos, secuestros, violaciones, víctimas de accidentes, asesinatos políticos, a causa del narcotráfico, entre otros actos.
Al respecto, el padre José de Jesús Aguilar comenta que, aún en la actualidad, ‘sigue muriendo el inocente a causa del prójimo’.
El mismo 28 de diciembre comenzó a celebrarse una fiesta popular con bromas y engaños en la que se tergiversó la palabra inocente, que según la Real Academia Española (RAE) significa ‘libre de culpa’, con la palabra ingenuo, cuyo significado va ligado a aquel que actúa sin tener en cuenta la posible maldad de una persona o la complejidad de una situación.
Y esta tergiversación de la celebración, según la historia, tiene sus origenes en la Edad Media, cuando en Europa comenzó a celebrarse la Fiesta de los Locos, entre el 24 y el último día del año. En estos días, el pueblo sustituía por un día a las máximas autoridades por personas que cometían todo tipo de excentricidades, eran comunes los disfraces y la música en una especie de carnaval.
Sin embargo, los pobladores llegaron a cometer varios excesos, por lo que el rey Felipe II prohibió la celebración y sólo quedó para hacer bromas o pedir algo prestado y devolverlo el 2 de febrero.
En España se acostumbró a decir ‘Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente y el que presta en este día es un inocente’. Mientras en México cambió por ‘inocente palomita que te dejaste engañar, hoy por ser día de los inocentes no te lo voy a regresar’.
En México se celebra en casi todo el país, y aunque no es un día feriado se toma como una de las festividades más importantes de la religión. Cada iglesia la celebra a su manera: se le ofrecen regalos y comida al niño Jesús, las ofrendas pueden ser variadas, desde prendas para vestirlo, hasta dulces, pan, entre otras cosas.
Pero también ese mismo día se torna un poco a la burla, a medida que la tradición también es hacer bromas (mayormente pesadas) a las personas, a quienes regularmente se les llama ‘inocentes’. La celebración es tal, que se le ha equiparado con el April Fool’s Day de Estados Unidos.
Ante esto, las autoridades de la Iglesia piden a sus feligreses que sean respetuosos con la conmemoración y responsables de lo que se difunde. ‘Es válido divertirse, siempre y cuando no se haga daño a nadie”, sentenció el padre José de Jesús.
Con información de El Universal, El Comercio (Perú) y Google News.