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Ciudad de México. 25 de noviembre de 2018.- El cuerpo del misionero estadounidense John Allen Chau, asesinado por una tribu de Sentinel del Norte (Islas Andamán, India), de acuerdo con la agencia AFP, podría no ser recuperado.
El experto en derechos tribales Pakaj Sekhsaria dijo que sería ‘un ejercicio inútil pretender sacarlo de la isla. ‘No creo que sea una buena idea acercarse, porque creará un conflicto con la comunidad’.
Otros especialistas señalan que nunca se presentarán cargos de asesinato, ya que la protección de lo que podría ser la última tribu preneolítica prima sobre la recuperación de los restos mortales de Chau.
Algunos antropólogos se sitúan en la misma línea. Pandit, que visitó la isla hace tiempo, dice que no se puede llevar al ejército y sacar el cuerpo. De acuerdo con información de The New York Times, el investigador declaró que ‘no funciona así. Tienen que observar con máxima cautela’.
Por otro lado, una carta con las últimas palabras del misionero deja clara su voluntad en caso de que perdiera la vida en Sentinel del Norte, como así ocurrió, ‘no recuperen mi cuerpo’, escribió.
El pasado 23 de noviembre, unidades policiales indias, junto con algunos de los detenidos sospechosos de haber ayudado a Chau a llegar hasta la zona, fueron en un barco hacia la isla sin poder localizar con éxito el cadáver.
El director general de Policía de Andamán y Nicobar, Dependra Pathak, dijo que a una distancia prudencial para no ser atacados y con el motor apagado, observaron a través de unos prismáticos cómo un grupo de sentineleses vigilaban algo ‘en el mismo lugar en el que John fue asesinado’.
En lugar de aproximarse y confirmar la ubicación del cuerpo, decidieron irse tras esbozar la escena del crimen. ‘De habernos acercado, nos habrían atacado’, añadió Pathak, para el que este es uno de los casos ‘más extraños y difíciles’ de su vida.
Según las leyes de la India, la cultura de Sentinel del Norte debe ser preservada del contacto con los forasteros, pero por otro lado, también se establece que los homicidas deben ser castigados. Por todo ello, la Policía ahora se encuentra en un aprieto legal.
Con información de RT y El Clarín.