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Ciudad de México. 28 de noviembre de 2011.- Según indica el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Alimentación Nutritiva y de Calidad 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollos Social (Coneval), 24 millones de mexicanos no tienen acceso a comida nutritiva y de calidad.
La falta de acceso a este tipo de alimentos provoca enfermedades como malnutrición, anemia, desnutrición y otros problemas.
El estudio indica que, en 2016, de los 24.6 millones de mexicanos (20.1 por ciento de la población) que presentó inseguridad alimentaria severa y moderada, el 21.7 por ciento corresponde a niños menores de cinco años.
“El problema de la alimentación en México es un tema de acceso principalmente económico”, detallaron.
El Inegi indicó que los estados con más carencias alimentarias son Tabasco, con 42.5 por ciento; Oaxaca, con 31.8 por ciento; Guerrero, con 28.4 por ciento; Colima, con 25.1 por ciento; Estado de México, con 26.6 por ciento; y Michoacán, con 25.3 por ciento.
El problema, indica el estudio, responde al bajo poder adquisitivo que tienen las familias de los menores, pues además de la disminución de ingresos se debe lidiar con el alza en los precios de los alimentos.
“Las personas pueden comprar alimentos a través de los sistemas de distribución, elaboración y comercialización establecidos; pero también a través de la producción para su consumo dentro del hogar, para su intercambio por otros productos alimenticios o para venderlos y obtener ingresos para comprar otros alimentos”, dijo el estudio.
Según datos de 2014, mientras que los ciudadanos con menos ingresos destinaron un 49.9 por ciento del dinero para comprar principalmente tortilla de maíz, huevo, papas, frijoles y arroz; el grupo de mayores ingresos destinó una cuarta parte de sus ingresos (24.7 por ciento) a comprar carnes, leche, frutas y bebidas alcohólicas y no alcohólicas, según datos de 2014.
Con base en la estadística, se puede afirmar que las familias con mayores carencias económicas gastan más en alimentación (casi la mitad de sus ingresos), provocando que se descuiden otras necesidades como salud, educación, vestido y otras.
Con información de Animal Político, Vanguardia y Forbes