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Xalapa, Veracruz. 6 de noviembre de 2018.- Hace dos años, cuando el Colectivo Solecito tomaba fuerza en Veracruz, Rosalía Castro recorrió el mismo suelo que ahora. Esa primera vez estuvo sola, ahora es acompañada por mujeres que han padecido su mismo dolor. Todas intentan arrancarle la verdad a la tierra.
A finales de 2016, Rosalía localizó un área que operaba como ‘cocina’ de la delincuencia organizada: un sitio donde los criminales despedazan a sus víctimas para deshacerlas con ácido o fuego en tambos de metal.
‘Vimos los indicios, vendas, zapatos, ropa, botellas… Ahí estaban los tambos y el combustible’, dijo Rosalía en entrevista para Sin Embargo. Su testimonio trae a la memoria las situaciones acontecidas durante la última década, tiempo en el que Veracruz y Boca del Río se volvieron la joya de la corona para los cárteles.
La zona donde actualmente se cimienta el desarrollo del puerto de la entidad fue empleada como campo de exterminio, ‘antes de Colinas de Santa Fe –de donde se han rescatado 396 cráneos– usaron el kilómetro 13 y medio’, acusa Rosalía.
Además, de acuerdo con sus informes anónimos, en estos terrenos hay sepultadas entre 300 y 400 víctimas, sin contar los cocinados en Casas Fantasma.
‘Me duele decirlo, pero sí, cocinaban a los tesoros’, comentó, luego de declarar que durante un tiempo los exterminios se llevaban a cabo en Casas Fantasma de un pequeño fraccionamiento ubicado dentro de la zona, esto ante la impunidad de las autoridades involucradas en operaciones ‘para pacificar’ la zona.
De acuerdo con información de Sin Embargo, esa cocina y las matanzas en el 13 y medio se dieron a finales del sexenio de Fidel Herrera e inicios del de Javier Duarte. En 2011 Casas Fantasma fueron registradas dentro del recuento de fosas clandestinas de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz.
Pero el terreno donde lanzaban los restos de la cocina no fue preservado. En ese entonces, la FGE ni siquiera levantó todos los indicios pues Rosalía Castro explica que ella los encontró a la vista.
“En ese tiempo no sabíamos buscar, no estábamos preparadas. Nos fuimos a Iguala para aprender, porque el que está desaparecido no te va a gritar para que lo encuentres”, relató Rosalía.
Ahora que ingresan a los terrenos del kilómetro 13 y medio cuentan con más experiencia tras haber rescatado casi 300 cráneos en Colinas de Santa Fe entre 2016 y mediados del 2018.
Actualmente en esa área hay un corralón para una empresa de autotransporte de carga pesada y el terreno está rellenado y nivelado.
Con información de Sin Embargo y Periódico Central.