Claudio Hernández | Acustik
Monterrey, Nuevo León, 1 de noviembre de 2018.- Puede ser que, en diferentes conferencias de prensa y entrevistas, Pedro Caixinha, Ricardo Peláez y el resto de la directiva del Cruz azul, no acepte la presión que tiene la historia de su club, y las recientes decepciones hacia su afición, sin embargo, dicha situación fue más que notoria después del título conseguido el día de ayer.
Por un lado, Pedro Caixinha, quien no pudo dirigir a su equipo desde el banquillo técnico debido a una suspensión, y quien tuvo que esperar hasta que la ceremonia previa a la entrega del título pasara para poder entrar a felicitar a sus jugadores, y se mostró molesto con algunos medios, al punto de encarar a un reportero, ya que estos, sabiendo que por regla no podía dar declaraciones a la prensa, insistieron en conseguir algunas palabras del entrenador portugués, quien, en repetidas ocasiones les repitió a los medios presentes, que ‘no podía dar declaraciones’.
Por otro lado, uno de los que no pudo ocultar su emoción fue Ricardo Peláez, quien entro a abrazar a prácticamente cada uno de los jugadores al terreno de juego, además de su cuerpo técnico, y quien, incluso, hizo un circulo de rezo entre todo el staff azul minutos antes de recibir el ansiado título de copa.
No cabe duda de que, por más que han intentado ocultar la enorme presión de una institución tan importante como Cruz Azul por la falta de resultados, sus reacciones ante cualquier triunfo son más que evidentes.