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Perú. 18 de octubre de 2018.- ‘Han sido siete días de calvario’, declaró sonriente a la prensa Keiko Fujimori de 43 años después de abandonar el edificio del tribunal acompañada de su marido, Mark Vito, su hermana Sachi y su abogada Giuliana Loza, a la que abrazó entre lágrimas al escuchar el fallo dictado, tras seis horas de deliberación de los tres jueces de la segunda sala de apelaciones de la Corte Superior de Lima.
El presidente de la Sala, Octavio Sahuanay, dio la orden de inmediata libertad para los detenidos por la acusación de canalizar aportes ilegales de Odebrecht a la campaña de la hija del exmandatario Alberto Fujimori en 2011.
Keiko dijo que la semana que pasó en prisión ‘ha sido también una oportunidad de empezar un camino para lograr nuevamente la unidad de mi familia’, y agregó, ‘yo salgo agradecida, a pesar de la injusticia’. Esto lo dijo refiriéndose a la visita que le hizo el domingo su hermano Kenji, con quien libra desde el año pasado una guerra fratricida por el legado político de su padre.
Keiko lució durante la audiencia un chaleco negro de la policía con la palabra ‘detenido’, sin embargo le fue retirado al reanudarse la sesión para la lectura del fallo.
La corte declaró que el juez que ordenó el arresto, Richard Concepción Carhuancho, había copiado y pegado los argumentos de la fiscalía en su resolución al ordenar la detención de Keiko además de emplear el término ‘conocimiento privado’ que tenía sobre el caso, acciones que se encontraron como irregulares. El tribunal dispuso que el caso pasara a manos de otro magistrado, lo que resultó ser un duro golpe para Concepción Carhuancho, es famoso por su mano dura contra políticos investigados por corrupción.
Con información de El Tiempo, 24 Matins y Globovisión.