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Alemania. 30 de octubre de 2018.- Un enfermero alemán mató a por lo menos 100 personas suministrándoles sueros o inyecciones que les provocaban paros cardiacos. Esto sucedió en diferentes hospitales en los que trabajó en Alemania. Una vez descubiertos sus crímenes el juez le dio sentencia de cadena perpetua después de leer los nombres de las víctimas que sacrificó por unos supuestos experimentos realizados en los pacientes.
Las poblaciones en las que realizó los homicidios fueron Delmenhorst y Oldenburgo donde mató a 64 y 36 personas respectivamente.
No obstante el número de víctimas que se pudieron contar y verificar, se cree que pudo haber matado a cerca de 200 personas más, sin embargo no pudo confirmarse este número ya que muchos de los pacientes que fallecieron a su cargo fueron incinerados y no se pudo hacer una investigación más profunda acerca de su causa de muerte.
Niels Högel fue descubierto por una de sus compañeras de trabajo mientras le inyectaba al paciente una dosis mortal. Durante el juicio Högel reconoció que era culpable de administrar a los pacientes sobredosis de Ajmalin, Sotalol y Lidocain.
El enfermero culpable de tales hechos cumple ya diez años de su condena y permanecerá en la cárcel hasta el último día de su vida ya que su delito está calificado como uno de los peores asesinatos en serie desde el genocidio de la Segunda Guerra Mundial.
Con información de Newsweek, Efe y ADN 91.7.