Claudio Hernández | Acustik Noticias
CDMX. 12 de septiembre de 2018.- Tras la derrota del tricolor ante el conjunto de los Estados Unidos, la selección del tuca suma su segunda derrota en la, ya clásica, gira molera posterior al mundial, celebrada a finales de año mundialista y principios del próximo.
Muchos pensarán, ¿por qué molera, si Uruguay y Estados Unidos son buenos rivales?, pero dicho adjetivo se utiliza para describir cuánto le pueden servir estos partidos al seleccionado nacional, situación que, por el hecho de no tener aún un técnico nombrado, resulta realmente irrelevante, debido a que no se sabe si el técnico que quede, siga llamando a los mismos jugadores, e incluso de hacerlo, si los utilizara en la misma posición y cumpliendo las mismas funciones.
La postura actual de la federación es que se esperará para tomar la mejor decisión, tomándose el tiempo como si se tratará de una elección presidencial o un cónclave en el Vaticano, mostrando el poco entendimiento del tema deportivo que se tiene en los altos mandos de la FEMEXFUT, ya que no se han dado cuenta, que lo único que están haciendo con esta falta de carácter para decidir un nuevo entrenador, es quitarle tiempo a quien quede, de empezar una, muy difícil transición, ya que no solo se trata de cambio de técnico, sino de un cambio generacional de jugadores.
México vuelve a perder, y de poco sirve ver tantos jugadores cuando no sabemos si seguirán siendo convocados, lo único que parece ser rescatable de este último duelo, fue que, debido a una polémica situación con el defensor estadounidense Matt Miazga, parece que, finalmente, se ha reavivado la rivalidad más grande de la CONCACAF.