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CDMX. 23 de septiembre de 2018.- José María Antón, investigador de biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y fundador del grupo Prima-Derm explicó que el mal olor en un anciano es normal y no tiene que ver con la falta de higiene de la persona.
“Lo causa el 2-nonelal, una molécula que se genera en la piel al oxidarse de forma natural los ácidos grasos de la barrera lipídica”, explica Antón.
El mismo investigador asegura que este proceso comienza a partir de los 30 a 40 años de edad con los cambios hormonales que se presentan en la madurez, debido al aumento en la producción de lípidos en el exterior de la piel y a la vez se reduce la capacidad antioxidante de la piel. Los lípidos no se van con el agua por lo que un baño no es suficiente para eliminarlos de la corteza de la piel. Además, con el pasar de los años se pierde el sentido olfativo por lo que uno mismo no puede captar que ‘huele a anciano’.
“[aumenta] de manera exponencial esa peroxidación, generando más de 2-nonenal y el que el cuerpo huela cada vez peor”, detalló Antón.
El olor de anciano se asemeja a algo rancio, define José María, y se queda impregnado en sillas y almohadas que las personas emplean en su diario vivir pero –reitera- no debe asociarse a la suciedad o falta de hábitos de limpieza de las personas mayores.
Con información de Noticieros Televisa, Tribuna y El País.