Berlín. 27 de septiembre de 2018.- En los pasillos del Bundestag (Parlamento), diversas organizaciones del entramado social y hasta en redes sociales como Twitter se debate si se debe o no autorizar la plantación de cannabis con fines médicos en suelo alemán, tras la decisión del gobierno de retrasar tal posibilidad hasta 2020.
El motivo de la demora en el cultivo en Alemania fue el problema con la licitación para licencias de cultivo. El Tribunal Superior Regional de Düsseldorf declaró nula la primera licitación en marzo de 2018 y esto hizo que el plan de traer la primera cosecha de cannabis para fines médicos en 2019 ya no fuera válido.
Holanda es uno de los principales exportadores de cannabis en Alemania y el Instituto Federal Alemán de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM) ha otorgado hasta ahora 15 autorizaciones de importación.
Las voces que más se han implicado en esta lucha para una normalización total del uso de la cannabis en todos los niveles de la vida cotidiana son por ejemplo los parlamentarios Kirsten Kappert-Gonther (Verdes), Niema Movassat (La Izquierda) y Wieland Schinnenburg (Partido Liberal, FDP).
El uso cada vez más extendido por parte de enfermos terminales para disminuir sus dolores ha puesto una presión extra. El uso médico de la hierba y sus derivados está permitido desde marzo de 2017.
Según el Ministerio alemán de Salud, el proceso de licitación, que se inició en julio, debe completarse rápidamente para que haya buenas oportunidades’para adjudicar los contratos en el primer trimestre de 2019′.
Ell legislador alemán Wieland Schinnenburg, experto en salud, criticó la medida ‘debido a una licitación descuidada, la producción en Alemania se retrasó por lo menos en un año’.
La previsión es que en suelo alemán se cultiven 10 mil kilos de cannabis cada año.
La historia en Alemania demuestra que poco a poco esta medicina alternativa gana terreno, ya que a finales de 2016, el medicamento solo estaba disponible para unos mil pacientes en todo el país, que necesitaban un permiso especial para poder usarlo.
Ahora se pueden recetar medicamentos basados en el cáñamo y las flores de la planta. La hierba también logra buenos resultados en enfermedades como la esclerosis múltiple y el reumatismo, además de mitigar los efectos secundarios de la quimioterapia en el caso del cáncer.
Algunos pacientes afirman que el cannabis puro les resulta más placentero que un preparado químico (como Savitex), pero solo éste último es el que costean los seguros médicos sin problemas.
Según la doctora Catharina Korsukewitz, del Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Münster, ‘si quieres consumir la planta pura, debes informarte exhaustivamente’.
“No hay una receta estándard para la cannabis. El paciente debe presentar una solicitud a la compañía de seguros de salud con una justificación integral”. Si el médico que trata al paciente no ve ninguna contraindicación, un enfermo también puede conducir un auto, a pesar de seguir un tratamiento con cannabis.
En el caso de la esclerosis múltiple (EM), según la Oficina Federal de Seguros de Alemania, unas 200 mil personas viven con esta enfermedad y cada año otras dos mil 500 personas reciben el mismo diagnóstico.
‘El uso de los cannabinoides para fines médicos en última instancia sigue siendo una cuerda floja entre la droga como estilo de vida y una indicación médica genuina’, consideró el director del Departamento de Neurología de Münster, el catedrático Heinz Wiendl.
“Muchos pacientes esperan un gran éxito con el consumo de la cannabis. Sin embargo, desde el punto de vista científico sus resultados son deficientes”, aseveró el experto.